Dos colombianos reciben el diaconado

Un médico y un empresario. Ellos son Pedro y David, los nuevos diáconos colombianos del Opus Dei recibieron su ordenación diaconal el sábado 20 de noviembre y la ordenación sacerdotal el próximo 21 de mayo de 2022.

Por Luis Miguel Bravo

Uno, desde la sala del quirófano. El otro, desde el despacho del gerente. Ahora, los dos son diáconos, ordenados para servir al pueblo de Dios.

Un médico y un empresario. Ellos son Pedro y David, los nuevos diáconos colombianos del Opus Dei.

Los dos son muy diferentes y han tenido recorridos vitales distintos, pero ahora la Providencia ha querido unirlos en un mismo camino: el del sacerdocio. Recientemente, en el proceso de preparación para ese momento tan importante, recibieron el diaconado de manos de Mons. José María Yanguas, obispo de Cuenca (España).

¿Qué es el diaconado? Es el primer grado del sacramento del orden, y tiene como eje principal el servicio. En particular, los diáconos están llamados a prestar el servicio de la Palabra de Dios y el servicio de la Eucaristía. En el caso de las personas que están llamadas al sacerdocio, la etapa del diaconado es importante para profundizar las disposiciones personales para vivir según la Voluntad de Dios.

El más joven de los dos, Pedro (30 años) es bogotano y médico de profesión. Egresado del Gimnasio de Los Cerros (Bogotá), sus estudios lo han llevado de un lugar a otro: hizo la primera parte de su carrera en la Universidad de La Sabana y la segunda parte en la Universidad del Valle. Después, Roma, para el bachillerato en teología. Y ahora, Pamplona (España), donde está en proceso de elaboración de su tesis de doctorado en teología moral.

“Para mí, el sacerdocio significa muchas cosas, pero en concreto, lo resumo en que es un regalo, una vocación y un servicio. Es traer a Cristo a los hombres, para traerles la salvación”, explica Pedro. No en vano, la palabra salvación tiene mucho que ver con la profesión del médico, porque la etimología de salud tiene su origen en el latín salus, que significa justamente eso, salvación.

David, de 36 años, es cucuteño de origen. Allí estudió el colegio, pero después se trasladó a Bogotá para convertirse en administrador de empresas de la Universidad de Los Andes. Asentado ya en la capital de la República, trabajó en varias empresas importantes, comenzó varios emprendimientos, y conoció también su vocación al Opus Dei. Actualmente, después de unos años en Roma, también se trasladó a Pamplona (España), para trabajar su doctorado en filosofía.

El nuevo diácono es experto en el sector de retail, y tiene amplia experiencia en canales de distribución. Ahora, con su llamada al sacerdocio, se ha convertido en un instrumento para distribuir la gracia de Dios a mucha gente, a través de los sacramentos, y para hacer llegar su Palabra a la mayor cantidad posible de personas.

“Como en el momento en el que comencé la carrera, tengo mucha ilusión de emprender nuevos proyectos, pero esta vez de la mano de Dios, dejándome llevar por donde Él considere”, dice David, haciendo alusión a la relación entre su trayectoria profesional y su llamada al sacerdocio.

Después de terminar sus estudios, si Dios quiere, podrían volver a Colombia a ejercer su sacerdocio. Por ahora, durante estos seis meses de diaconado, se acogen a la oración de todos sus compatriotas para hacer fructificar todas las gracias recibidas de Dios.

Luis Miguel Bravo