Un concierto contra el frío y el hambre

Una década de difusión de la cultura y de apoyo a los más desfavorecidos por parte de los estudiantes universitarios, acompañando a las decenas de personas sin techo que, sin un lugar mejor donde vivir, habitan las calles de de San Sebastián.

El viernes 23 de febrero, el Orfeón Donostiarra actuó en el Kursaal junto a la orquesta sinfónica de Musikene. Acompañados de solistas, ofrecieron el Réquiem y la Sinfonía Concertante, de W.A Mozart, bajo la batuta del director inglés Rumon Gamba.

El secretario general de Cáritas Gipuzkoa, José Emilio Lafuente, resaltó la doble función del evento, que por un lado colabora con las personas sin hogar, y por otro, promueve la participación de los jóvenes universitarios en eventos culturales y de voluntariado.

El Concierto Solidario de los Jóvenes pretende sensibilizar y recaudar fondos para, entre otras iniciativas, el proyecto de acogida nocturna de Cáritas Gipuzkoa (Hotzaldi), que protege del frío y del hambre a las personas sin hogar.

Hotzaldi acoge diariamente a una media de 40 personas que acuden a cenar y dormir. Lo hacen acompañados de voluntarios como Nacho Pérez, alumno ovetense de 22 años y colegial de Ayete. “Entras, atraviesas el patio y llegas a una habitación grande. Eso es Hotzaldi. En frente hay una sala con camas y mantas,a la izquierda está la cocina junto a la sala de fumadores, y al fondo, un acceso a los baños”. Al igual que Nacho, el resto de compañeros del Colegio Mayor Ayete salen de su rutina dos sábados al mes, para ponerse en la piel de estas personas y pasar la noche con ellos.

Llegan y preguntan en qué pueden ayudar y, en palabras de Nacho, “echan una mano en la cocina, juegan a las damas, o se sientan a charlar mientras algunos se fuman un cigarrillo”. El primer contacto a veces cuesta, algunas personas solo quieren cenar y acostarse para dormir, “pero otros simplemente necesitan que les escuches, tener a alguien con quien compartir su vida”, apunta Nacho.

Además, después de varios años yendo algunas caras se repiten y el vínculo aumenta. “El proyecto transforma al de dentro y al que va. Te das cuenta de que vives demasiado bien. Ves gente que podría ser tu padre con una mochila y poco más…”, explica Nacho. Quizá fue esto lo que más le sorprendió hace tres años y lo que le sigue marcando. “Si esta gente es capaz de sonreír teniendo tan poco, yo, que tengo tanto, puedo hacer, vamos…”, dice convencido.

Nacho Pérez y Borja Apaolaza frente a Hotzaldi, proyecto de acogida nocturna de Cáritas Gipuzkoa.

La convicción de que se puede ayudar es la que empuja a los colegiales a huir del individualismo y apuntarse a iniciativas como ésta. El Concierto Solidario de los Jóvenes, organizado por el Colegio Mayor Ayete, cumple en esta edición 10 años y es un claro ejemplo de ello. Más de 100 estudiantes de Tecnun han preparado este evento durante varios meses, con la generosa colaboración del Orfeón y Musikene.

Por su parte, Miren Iñarga, directora de Musikene, subrayó que los músicos son prácticamente en su totalidad estudiantes de Musikene y resaltó la colaboración entre el Orfeón y la Escuela Superior de Música para sacar adelante la parte musical de este proyecto.

“Quien se centra en el concierto compra una entrada, pero el que ve más allá, y piensa en la causa, se involucra y hace todo lo que puede para llenarlo”, sostiene Borja Apaolaza, director del Concierto este año, refiriéndose al apoyo que está recibiendo de muchos colegiales. Como futuro ingeniero industrial disfruta “organizando cosas, pero si son para otros, mejor que si lo son para mí”, añade. “El concierto no deja indiferente a nadie. La gente sale todos los años tocada porque te das cuenta de lo que has conseguido”, concluye.

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Reportajes sobre algunas ediciones anteriores del Concierto Solidario de los Jóvenes

2017 Un concierto para náufragos

2016 Concierto solidario por Irak y por las personas sin hogar de San Sebastián

2015 La 'Novena', himno de solidaridad