Concha Campá del Campo: admiración y gratitud

Concha amó con intensidad a Colombia. Gracias a sus enseñanzas, miles de mujeres recibieron sus charlas sobre el Magisterio de la Iglesia y el espíritu del Opus Dei. Fue una de las primeras mujeres que se trasladó desde España a Colombia para iniciar la labor del Opus Dei.

Concha Campá

Por: Carolina Jaramillo

Concha fue una de las primeras mujeres que se trasladó desde España a Colombia el 15 de abril de 1954, con 23 años y toda la ilusión de venir para quedarse en nuestro país trayendo el mensaje del Opus Dei, de santificación en el trabajo y en la familia.

Años de juventud

Así narró Concha Campá con motivo de los 60 años del Opus Dei en Colombia, sus primeros pasos en Cartagena, donde arribaron el 15 de abril, que era Jueves Santo:

“El Jueves Santo aprovechamos para hacer las Visitas a los monumentos de la Catedral, San Pedro Claver y Santo Domingo. Allí pusimos en manos del Señor y de la Santísima Virgen la futura labor apostólica de Colombia. Nos quemaban las palabras de nuestro Padre que tantas veces hemos repetido: “Soñad y os quedaréis cortos.

Concha Campá y María Adela Tamés, dos de las primeras que llegaron a Colombia a traer el mensaje del Opus Dei

Nuestra impaciencia por llegar a la casa era grande y pensamos una estrategia para el Viernes Santo en la mañana: ir al aeropuerto de Cartagena y buscar cualquier avión “fuera de ruta” que aterrizara ese día. Llegamos y nos dijeron lo mismo: “No hay vuelos a Bogotá”. Pero aún así decidimos esperar, pues nos daba igual estar allí que en el hotel, y Dios nos podía dar lo que le pedíamos. Al medio día se dio la buena noticia: pasaría a las cuatro un vuelo que venía de Estados Unidos y aterrizaría aquí en lugar de Barranquilla; nuestra estrategia tuvo éxito ante Dios.

1974. Las tres primeras.

En Bogotá, el P. Teodoro Ruiz, sacerdote del Opus Dei que esperaba nuestra venida, sólo sabía que estábamos en Cartagena; sin embargo pensó que de alguna manera llegaríamos. Preguntó los vuelos que llegaban a Bogotá sin importarle de dónde venían. Salió tres veces a esperarnos, a la tercera nos vio aparecer en el vuelo que llegaba de Estados Unidos. Agradecimos este detalle de solicitud por encima de cualquier previsión.”

Concha, el 18 de agosto de 2023, celebrando su 93 cumpleaños

Así inició la vida de Concha en su nuevo país, hasta que falleció el día de hoy, 27 de septiembre, a las 7.25 am, estando en su casa Cerronaya en Cali, ciudad en la que vivió por 36 años y, a cuyo desarrollo social y educativo contribuyó con la participación en diversas labores sociales, educativas y formativas. Hace unos días se le diagnosticó una leucemia. Las dolencias de su enfermedad las ofrecía por la Iglesia y el Opus Dei, al que dedicó su vida entera. Colombiana de corazón desde el primer día, adquirió la nacionalidad colombiana y se hizo una más hasta en el acento. Vivió plenamente identificada con el carisma del Opus Dei, que transmitió a miles de mujeres de distintas condiciones profesionales, sociales y culturales.

Concha amó con intensidad a Colombia. Gracias a sus enseñanzas, miles de mujeres recibieron sus charlas sobre el Magisterio de la Iglesia y el espíritu del Opus Dei, ayudándoles a descubrir el valor santificador de su vida corriente: en primer lugar, sus familias: haciendo de ellas hogares luminosos y alegres, como le gustaba decir a San Josemaría; y el trabajo profesional bien hecho y con afán de servicio a la sociedad. Y moviéndolas a ocuparse de los más necesitados, con la puesta en marcha de múltiples iniciativas de formación humana y espiritual, de capacitación laboral, de salud, etc., para que muchas mujeres salgan de la ignorancia y la pobreza.

Con algunas de sus amigas en Cali

En su cuenta de Facebook que abrió en 2012 escribió sencillamente: “Estamos viviendo algo muy importante en toda la Iglesia, por el Año de la Fe, será una oportunidad de mayor Amor a Dios y entre todos”.

Tenía una gran capacidad de comprensión por cada persona. Al dar la noticia de su partida los mensajes expresan que el sentimiento es unánime: ahora tenemos una intercesora en el Cielo que fue una mamá en la tierra y seguirá velando por todos. Sin temor a equivocarnos ni a exagerar, podemos decir, parafraseando el primer punto de Camino, que Concha deja una huella imborrable porque nos iluminó con su vida de apóstol, su infatigable trabajo y su apasionado amor a Dios, a las almas y a la vida.

Con su familia en España

Quienes la conocimos coincidimos en que sólo tenemos agradecimiento por su disponibilidad, optimismo y su mentalidad joven para asumir los retos contemporáneos.

Su velación será en Cerronaya desde las 5:00 p.m. del día de hoy. Las exequias se llevarán a cabo en la Parroquia de Santa Mónica en Cali, el 28 de septiembre a las 10:00 a.m.


Inicio de la labor de mujeres en Colombia

Carolina Jaramillo