¡Vamos por los 1.000!

Catequesis en Ciudad Bolívar. La catequesis es sin duda una forma muy concreta de atender el llamado de Dios, para dar a conocer nuestra fe, y demostrar el amor al prójimo

Por Diego Adames

El Papa Francisco en su mensaje a los jóvenes reunidos en la Plaza de Bolívar, el 7 de septiembre de 2017, les dijo: “Atrévanse a soñar a lo grande. A eso los invito. No se metan en el ´chiquitajes´. Vuelen alto”.

Llevar a Dios a los hombres y llevar los hombres a Dios. Esa es la misión de la Iglesia. Con algunos de mis amigos, estudiantes universitarios y profesionales jóvenes, de distintas universidades desde 2011 comenzamos una catequesis para la Primera Comunión con 30 niños de primaria de un Colegio Distrital, ubicado la localidad de Ciudad Bolívar en Bogotá.

Hemos recibido y complementado nuestra formación humana, profesional y cristiana en el Centro Cultural Colinas, desde una concepción cristiana del hombre y del mundo, de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia Católica, que difunde el Opus Dei.

La catequesis, que hemos venido realizando, busca que quienes la reciban y la impartan logren un trato personal con Cristo, cabeza y corazón de la Iglesia, acercándose y comprendiendo la Fe Católica, desarrollando una vida de piedad y fomentando la formación en valores, para que todos ellos a lo largo de su vida trabajen bien, con calidad, en pro de la Iglesia y la sociedad.

Ya tenemos antiguos alumnos que, a pesar de las dificultades de diversa índole, han logrado inscribirse en la Universidad; por ejemplo, Diego, actualmente estudiante de física en la Universidad Nacional, recuerda que “en la catequesis éramos muy unidos, buscábamos aprender algo bueno, era un ambiente diferente al que normalmente vivíamos en el barrio, me acuerdo que algunas veces después de clase íbamos a jugar futbol como una gran familia

Vistos los buenos resultados con los niños que se prepararon para la primera confesión y comunión, el respaldo del colegio y el apoyo de las familias, decidimos en el año 2014 preparar a jóvenes de bachillerato del colegio, para recibir también el sacramento de la confirmación.

Son muchas las preguntas curiosas durante las clases. Recuerdo que a Diego, un profesional joven que da la catequesis, en una ocasión estaba hablando del cielo y, para ser grafico dijo que es un lugar con muchos manjares, lo que sugirió a los niños pensar en comida. Uno de ellos comentó que le encantaban las hamburguesas, pero que su mamá casi nunca le dejaba comerlas y que solo en ocasiones los fines de semana se comía una, queriendo comer varias. Diego apuntóque en el cielo comería todas las hamburguesas más espectaculares, pero eso sería poco al lado de Dios, y las hamburguesas serian solo una micra de la alegría y gozo que nos esperaba en el cielo.

Queriendo llegar a más niños visitamos las parroquias vecinas de la misma localidad. Eso hizo que la labor siguiera creciendo. Hoy atendemos muchos niños, en diferentes parroquias de Ciudad Bolívar, un territorio con mucho por hacer.

Cuando se habla con los niños, se ve que asimilan muchas de las cosas que intentamos sembrar. Recuerdo que Kevin, estudiante de noveno grado, me contó que le gustaba que los catequistas les preguntaran acerca del sentido de nuestra fe y del proyecto de vida, y que les dieran a conocer la vida de Jesucristo.

A Johan, le sirvió para hacer nuevos amigos. Después de algunas catequesis comenzó a asistir a medios de formación en el Centro Cultural Colinas. Con gran naturalidad, comenta: hicimos un mundialito de futbol, en el cual aparte de jugar, vivimos valores, en especial los de la amistad y el respeto; para muchos como Juan Pablo fue la primera vez que le tocó ser árbitro, de una final.

Con tantos años de ser catequista, ya tengo varios “ahijados”, muchachos que se vuelven tan cercanos, y a quienes llego a conocer tanto, que sus familias me han querido hacer parte de su entorno, y de apadrinar a sus hijos. Tengo esa gran responsabilidad de guiarlos en el camino de la fe y del bien. Esa es parte de mi tarea.

Al finalizar este año, por la catequesis habrán pasado aproximadamente unos 1000 niños y jóvenes, de esa localidad, que han sido preparados y han recibido los Sacramentos de la Confesión, la Primera Comunión y la Confirmación. ¡Esperamos llegar a más!

La catequesis es sin duda una forma muy concreta de atender el llamado de Dios, para dar a conocer nuestra fe, y demostrar el amor al prójimo, a través de los niños y jóvenes que reciben la catequesis y de quienes nos formamos para dar buenas enseñanzas.