25 de mayo de 1983: Segundo día de la visita de Don Álvaro a Colombia

Ofrecemos una serie de relatos diarios de la visita de Monseñor Álvaro del Portillo a nuestro país, del 24 de mayo al 2 de junio de 1983.

25 de mayo de 1983 - Con el Padre en Torreblanca

“Estoy muy contento de encontrarme entre vosotros, y doy gracias a Dios, porque al fin he podido venir. Quiso hacerlo nuestro Padre…pero enfermo. No pudo venir aquí, porque no lograba ni tenerse en pie. Se lo ofreció al Señor y regresó a Roma con el deseo de hacerlo en cuanto fuese posible…Y ahora vengo yo a veros, hijos míos, a cumplir con esta obligación moral que sentía como un peso, un dulce peso de los que no pesan”, estas fueron las primeras palabras del Padre en el Patio Colonial de Torreblanca, ante un grupo de hijos suyos procedentes de distintas ciudades de Colombia.

Al final de la tarde, Don Álvaro estuvo también con sus hijos en La Rotonda, un banco circular rodeado de flores. El Padre estaba encantado en Torreblanca, y nos lo dijo. Pero, además del calor –está a menos altura que la capital-, para la gente sería más difícil desplazarse desde Bogotá a Torreblanca.

“!Qué nación tan estupenda¡ Yo ya lo sabía: lo he visto desde el avión. Me he quedado admirado de este verde. Todo el país parece una gran esmeralda. Y Torreblanca es como una esmeralda dentro de la esmeralda”, dijo el Padre a un grupo de hijos suyos que le entonaron varias canciones.

Habíamos llegado al final. El Padre se levantó, se despidió de nosotros y se alejó con don Javier y don Joaquín. Era ya de noche. Al pasar junto a la imagen de la Virgen del Patio Colonial, encendió la lámpara votiva y rezó una Salve, a la que se unieron los que le acompañaban.