12 años del Día a Día de San Josemaría

Soy cooperador del Opus Dei y un día me pregunté cómo podría ayudar a otros muchos a conocer de San Josemaría y la Obra

Guillermo Romero en una labor social que lidera en el sur de Bogotá

Por Guillermo Romero Salamanca

Soy cooperador del Opus Dei, y en esa labor de rezar por los apostolados que realiza en todo el mundo y, concretamente, en Colombia, un día me pregunté cómo podría ayudar a otros muchos a conocer de San Josemaría y la Obra. Por eso, hace muchos años, se me ocurrió comenzar a coleccionar en una página de Excel fechas importantes en la historia de san Josemaría Escrivá de Balaguer, el santo de lo ordinario, como lo llamó San Juan Pablo II.

El 8 de diciembre de 2006, día de la Inmaculada Concepción, empecé a enviar el Día a Día. Para poder seleccionar los datos que inicialmente enviaba a unos pocos amigos, me dedicaba por dos horas a escudriñar, en libros, folletos, reseñas y en fuentes fiables en internet, datos sobre la vida de san Josemaría, sus pasos por Madrid, sus estudios, sus primeros años del Opus Dei, sus frases, sus sueños, sus pensamientos y los días de dificultades económicas, administrativas y espirituales.

Sus encuentros con los primeros de la Obra, la dura guerra civil española, las batallas contra los detractores, sus enfermedades y sus recorridos por Europa y las tertulias por América Latina fueron engrosando el archivo. Inicialmente, empecé con un método sencillo y sin ningún respaldo de memoria de todo lo que había conseguido. Todo estaba en el disco duro del PC de mi casa.

Un día, abrí el computador y se había borrado todo. No lo podía creer. Miraba, revisaba, le preguntaba a mi hijo qué podía haber ocurrido y me contestó: “No lo sé”. Tres Avemarías y una respiración calmada sirvieron de alimento para recomenzar la tarea. Se habrían perdido unos 5 mil datos y si perdía más tiempo, más me demoraría en recuperarlos. Por un momento pensé en abandonar esa iniciativa, pero era tanta la respuesta de la gente, que decidí volver a empezar, «Nunc coepi!» dice el punto 161 de Camino, y al tratarse de una inicitiva para mostrar la vida de San Josemaría, ¿cómo no seguir el consejo?.

Siguieron llegando más peticiones de distintas partes. Primero de Bogotá, Medellín y Cali, y después fueron de México, Perú, Venezuela y Argentina. Después llegaron de España y hasta de Japón. Los seguidores del Día a Día también piden detalles muy concretos: "Hola soy Yennifer. ¿Me podría explicar un poco como San Josemaría cuidaba a los enfermos o los detalles que tenia con ellos?".

En el 2012, con la ayuda del Power Point se redujo la información a pequeños datos y que cupieran en una página. Igual los lectores no tenían mucho tiempo y habría que ser breves en la información. Inicialmente mandaba tres o más datos de un solo día, ahora selecciono los más relevante y así voy teniendo información para mas años. A mucha gente esto le gusta más: "Hoy san Josemaría me envió el mensaje preciso. Leí sus palabras y me dieron muchas luces sobre mi situación. Gracias. Fabio".

Ese mismo año me animaron a publicar en Facebook el Día a Día. Al principio pensé que sólo les serviría a personas del Opus Dei, pero luego encontré que diferentes personas de comunidades religiosas, estudiosos de la historia, profesores, católicos del común y de otras religiones veían el diario. Hay publicaciones que han superado setenta mil personas y el promedio de alcance siempre es muy alto, por el interés que despierta.

Una mañana encontré un mensaje. "San Josemaría: tengo un problema delicado. Hoy operan a mi mamá y espero que todo salga bien. Estoy en el colegio y no sé qué hacer". No sabía qué contestarle a esa joven que pensaba que quien manejaba la página era San Josemaría. Le respondí a su petición: "Mira, lo que tienes que hacer es rezar ésta oración que acabo de postear y pedir con fe para que todo salga bien". Puse entonces una estampa. Unos días después me escribió: "gracias San Josemaría. Mi mamá está bien y te manda dar las gracias también". Se que San Josemaría también trabaja en la página.

Con que a una sola persona le pueda ser útil, habría que seguir, pensaba. Pero la verdad es que el alcance a veces supera mis previsiones, En enero del 2017, cuando nombraron a Monseñor Fernando Ocáriz como Prelado del Opus Dei, la página de Facebook alcanzó las 125 mil visitas. Cuando falleció monseñor Javier Echevarría el alcance fue de 90 mil. El promedio de visitas es de trece mil. Unos se van y otros llegan. A veces preguntan y cuestionan fechas o fuentes, pero se les da una amable respuesta con el resultado de la investigación.

En el correo se les envía el Día a Día a unas 2.400 personas. Todas han tenido su consentimiento para que les llegue la información y cuando se cansan, pues piden "REMOVER". Una señora me envió un mensaje con esa solicitud. Hice caso. A los dos días volvió a escribir: "por favor REMOVER". Revisé los correos, los listados y no aparecía, no sabía cómo le llegaba el mensaje. Suponía entonces, que alguien le habría enviado el informe. Le respondí dándole esa explicación. La señora volvía a pedir "REMOVER". Ya quedé inerme. Ella me envió un mensaje donde me pedía que la "Removiera", es decir, que la incluyera en el listado y no la dejara por fuera. Entendí que "Remover" tiene varios significados.

Son doce años de labores, con aniversarios o el centenario del nacimiento del beato Álvaro del Portillo o, el año anterior, que fue dedicado a las jaculatorias de san Josemaría. Y sobre estos temas a veces me llegan peticiones que no he previsto, y trato de cumplir como una en la que un joven me dijo: "Oye, es que mi madre nació el 23 de mayo de 1958, me gustaría saber qué hacía él ese día, para contarle a ella. Sé que le alegrará".

Espero poder seguir con esta tarea, que es una forma de materializar mi papel como Cooperador del Opus Dei.