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Tema 32. El sexto mandamiento

La sexualidad afecta al núcleo íntimo de la persona humana. La verdadera educación a la castidad no se conforma con informar sobre los aspectos biológicos, sino que ayuda a reflexionar sobre los valores personales y morales que entran en juego en las relaciones afectivas con las demás personas. Los pecados contra el sexto mandamiento son un sucedáneo que intenta llenar el vacío de verdadero amor que anhela el corazón.

Tema 1. El anhelo de Dios

En el fondo del espíritu humano encontramos una nostalgia de felicidad que apunta a la esperanza de un hogar, de una patria definitiva. Somos terrenos, pero anhelamos lo eterno, anhelamos a Dios. Un Dios que podemos con certeza conocer como origen y fin del universo y como sumo bien, a partir del mundo y de la persona humana.

Tema 8. El dominio sobre la creación. El trabajo. La ecología.

Dios otorga al hombre el señorío sobre el mundo y le manda ejercerlo. La tutela del medio ambiente es una obligación moral que incumbe a cada persona y a toda la humanidad. La ecología es uno de los ámbitos en los que el diálogo de los cristianos con los fieles de otras religiones es especialmente importante para establecer una colaboración.

Tema 3. El desarrollo de la Revelación

Dios se ha revelado poco a poco al hombre y ha culminado su revelación con la encarnación. Cristo constituyó la Iglesia, que es la que mantiene viva su memoria y lo presenta como el que, habiendo vivido en este mundo, ha resucitado y permanece entre nosotros para siempre. Y esta misión la realiza custodiando la palabra de Dios, recogida en las Sagradas Escrituras, transmitiendo la Tradición y enseñando, iluminada por el Espíritu Santo, cómo vivir cristianamente en cada época (Magisterio).

Tema 5. La Providencia de Dios

Es lícito preguntarse por la posibilidad y la efectividad de las intervenciones divinas en nuestro mundo. La aceptación cotidiana de la providencia es un acto de esperanza teologal, que no excluye el ejercicio responsable de la libertad, que entra en el plan de Dios. La providencia lleva al cristiano a una actitud de confianza filial en Dios en todas las circunstancias.

Tema 36. La Oración del Padre Nuestro

Con la oración del Padre Nuestro, Jesús quiere hacer conscientes a sus discípulos de su condición de hijos de Dios. Una consecuencia importante del sentido de la filiación divina es la confianza y el abandono filial en las manos de Dios. El Padre Nuestro es el modelo de toda oración: no sólo pedimos todo lo que podemos desear con rectitud, sino además según el orden en que conviene desearlo.

Tema 35. La oración en la vida cristiana

Los contenidos de la oración pueden ser múltiples y variados. La oración de petición forma parte de la experiencia religiosa universal. El reconocimiento de los bienes recibidos impulsa a dirigir el espíritu hacia Dios. También es parte esencial de la oración reconocer y proclamar la grandeza de Dios. El Catecismo distingue entre oración vocal, meditación y oración de contemplación. Las tres tienen en común un rasgo fundamental: el recogimiento del corazón.

Tema 34. El noveno y el décimo mandamientos

El noveno y décimo mandamientos se refieren a los actos internos correspondientes a los pecados contra el sexto y el séptimo mandamientos. Los pecados internos pueden deformar la conciencia. La lucha contra los pecados internos es una parte del empeño cristiano por amar con todo el corazón, con toda la mente y con todas las fuerzas. La pureza de corazón significa tener un modo santo de sentir.

Tema 33. El séptimo y octavo mandamientos

La vida cristiana se esfuerza por ordenar a Dios y a la caridad fraterna los bienes de este mundo. Son importantes tanto la templanza, para moderar su uso y su posesión, como la justicia, que preserva los derechos del prójimo. A estas dos virtudes se debe añadir la solidaridad. El octavo mandamiento prohíbe falsear la verdad en las relaciones con el prójimo. Los cristianos tienen el deber de dar testimonio de la Verdad que es Cristo y de reconocerlo ante los hombres.

Tema 31. El quinto mandamiento

Nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente. El quinto mandamiento prohíbe también golpear, herir o hacer cualquier daño injusto a uno mismo y al prójimo en el cuerpo, ya por sí, ya por otros; así como agraviarle con palabras injuriosas o quererle mal. En relación con el aborto y la eutanasia es necesario recordar que el respeto de la vida debe ser reconocido como el confín que ninguna actividad individual o estatal puede superar.