“Ha triunfado sobre la muerte”
Cristo resucitado, glorioso, se ha despojado de todo lo terreno, para que sus hermanos los hombres pensemos de qué hemos de despojarnos (Forja, 526).
"El día del triunfo del Señor"
El día del triunfo del Señor, de su Resurrección es definitivo. ¿Dónde están los soldados que había puesto la autoridad? ¿Dónde están los sellos, que habían colocado sobre la piedra del sepulcro? ¿Dónde están los que condenaron al Maestro? ¿Dónde están los que crucificaron a Jesús?... Ante su victoria, se produce la gran huida de los pobres miserables. Llénate de esperanza: Jesucristo vence siempre. (Forja, 660)
“Cadáver de Cristo”
Nicodemo y José de Arimatea –discípulos ocultos de Cristo– interceden por el desde los altos cargos que ocupan. En la hora de la soledad, del abandono total y del desprecio..., entonces dan la cara audacter (Mc XV,43)...: ¡valentía heroica!
“Todo está cumplido”
Admira la reciedumbre de Santa María: al pie de la Cruz, con el mayor dolor humano –no hay dolor como su dolor–, llena de fortaleza. Y pídele de esa reciedumbre, para que sepas también estar junto a la Cruz. (Camino, 508)
“El misterio del Jueves Santo”
Debemos hacer nuestras, por asimilación, aquellas palabras de Jesús: “desiderio desideravi hoc Pascha manducare vobiscum” –ardientemente he deseado comer esta Pascua con vosotros.
Miércoles santo: “Amor con amor se paga”
¿Quieres saber cómo agradecer al Señor lo que ha hecho por nosotros?... ¡Con amor! No hay otro camino. Amor con amor se paga. Pero la certeza del cariño la da el sacrificio. De modo que ¡ánimo!: niégate y toma su Cruz. Entonces estarás seguro de devolverle amor por amor. (Via Crucis, Vª Estación. n. 1)
Martes santo: “La Cruz a cuestas, con una sonrisa”
Cuanto más seas de Cristo, mayor gracia tendrás para tu eficacia en la tierra y para la felicidad eterna. Pero has de decidirte a seguir el camino de la entrega: la Cruz a cuestas, con una sonrisa en tus labios, con una luz en tu alma. (Via Crucis, IIª Estación. n. 3)
Lunes santo: “Se consuma la vida de Jesús”
Nuestros pecados fueron la causa de la Pasión: de aquella tortura que deformaba el semblante amabilísimo de Jesús, perfectus Deus, perfectus homo Y son también nuestras miserias las que ahora nos impiden contemplar al Señor, y nos presentan opaca y contrahecha su figura.
Domingo de Ramos: "Bendito sea el Rey"
Con obras de servicio, podemos preparar al Señor un triunfo mayor que el de su entrada en Jerusalén... Porque no se repetirán las escenas de Judas, ni la del Huerto de los Olivos, ni aquella noche cerrada... ¡Lograremos que arda el mundo en las llamas del fuego que vino a traer a la tierra!... Y la luz de la Verdad –nuestro Jesús– iluminará las inteligencias en un día sin fin (Forja, 947).
“Iniciativa 360”, el proyecto que llevó a Sebastián Herrera al UNIV 24
En entrevista con Radio María, contó que pudo viajar junto a su equipo a este encuentro internacional de universitarios gracias a que ganó un concurso previo en Chile. Dio detalles también de lo que más le impresionó durante su experiencia en Roma.