Como en una película con el joven rico: «Entrar en la Vida»
En el Evangelio tienen lugar sucesos que desconciertan. Aparecen personajes con historias que no son precisamente redondas, sino que acaban con un poso de amargura. Uno de ellos es el joven rico. Sin embargo, es precisamente a través de la tristeza del relato lo que permite a Dios ofrecer motivos para la esperanza.
Como en una película: «Abrazar la condición de hijos»
Jesús explica la fuerza del amor divino usando una imagen con un inicio sorprendente: dos hijos que desprecian a su padre. Uno, alejándose de él y rompiendo todo vínculo familiar; el otro, viviendo junto a él, pero con el corazón en la recompensa. Solo cuando empiecen a redescubrir su verdad más íntima, se dispondrán a acoger la felicidad que buscan.
Como en una película: «Buscadores de Dios»
Los magos dejaron atrás muchas cosas para buscar al Rey de los judíos: hogar, amigos, sus propias seguridades… Pero el deseo interior que les llevó a ponerse en marcha acabó en un gesto con el que manifestaban lo único importante en sus vidas: «Y postrándose le adoraron» (Mt 2,11).
Como en una película: «Vivir de fe»
En la multiplicación de los panes y los peces, Jesús invita a los apóstoles a no vivir según sus propios cálculos humanos, sino confiando en el don divino.
Como en una película: Confiar en la palabra que salva
Pedro jamás olvidaría aquel encuentro con Jesús. Después de una noche de fracaso, se fía de su invitación a echar las redes y descubre un océano insospechado. Tiempo después, cuando algunos discípulos se alejaron del Maestro, volvería a reafirmar su decisión de confiar en su palabra.
Como en una película: «Mi Hijo amado»
Con su bautismo en el Jordán, Jesús sale al encuentro de todos los hombres y les abre el camino hacia su Padre. En su primer día de ministerio el Señor desvela el estilo con que viene a redimirnos: tomando nuestros pecados y compartiendo el amor de Dios por cada uno.
Hacer del mundo un hogar: la parábola del buen samaritano
El Señor quiso dar respuesta a la pregunta «¿quién es mi prójimo?» con una parábola que tiene tres protagonistas: un posadero, un samaritano y un judío. Una historia que invita a transformar el hotel de este mundo en un verdadero hogar.
Como en una película: Un viaje a la voluntad del Padre
Nos adentramos en el viaje de la Sagrada Familia a Jerusalén y en los días en que Jesús permaneció solo en la Ciudad Santa
Como en una película: Retrospectiva de una vida
En los últimos momentos de la vida de san José, el santo patriarca hace memoria sobre las aventuras que ha afrontado de la mano de María y Jesús.
Como en una película: Corazones de fuego
La espectacular escena de Pentecostés da inicio a la vida pública de la Iglesia. Y, con ella, nos muestra a su Cabeza, Pedro, en un discurso que refleja el amor que siente por Jesucristo y por las almas.