Nikola nació en Serbia, donde tuvo una infancia revoltosa y una adolescencia plagada de drogas. Con 20 años aterrizó en Medjugorje, en la Comunidad del Cenáculo, que ayuda a toxicómanos. Él creía haber encontrado ya toda la felicidad pero la Virgen todavía tenía más sorpresas…
Después de su conversión, Nikola siempre rezaba al Señor diciendo que lo único que le faltaba era una mujer “guapa, morena de islas tropicales”. Una petición que ni él mismo se tomaba en serio. Hasta que apareció Irene.
La historia de Nikola e Irene es el primero del reportaje Puentes. Se trata de una serie de podcast que giran en torno a la idea del Papa Francisco, de los cristianos como constructores de puentes entre todas las personas, independientemente de su origen, pasado y creencias.