En el mes de diciembre, la Sagrada Familia de Nazaret está en el centro de las celebraciones de cierre del año escolar, en las que los alumnos ponen en juego sus mejores talentos artísticos.
Este año participaron por primera vez en la celebración navideña los alumnos del colegio Puente Maipo. El colegio, perteneciente a la Fundación Nocedal, preparó una presentación a la que se sumaron sus 280 alumnos, algunos apoderados, profesores y administrativos: “Todos se disfrazaron para caracterizar a los distintos personajes de este acontecimiento central de la vida de Jesucristo: el más connotado de la obra fue el Niño Jesús, que este año fue representado por una guagua de tan sólo cuatro días”, contó con mucho orgullo Pedro, subdirector del colegio.
Los más pequeños también cumplieron labores importantes. Por ejemplo, a Luis Fernando, de cuarto básico B, le correspondió interpretar a un pastor: “Tuve que guiar a los animales y arrear a las ovejas, personificados por mis compañeros de curso”. Cuenta que para él fue una experiencia única, “porque pude estar al lado del Niño Jesús; antes, solamente me había tocado ser alguno de los animales”.
Andrés, profesor de música, fue el encargado de instrumentalizar la representación. Las tres semanas previas, los alumnos practicaron con mucho empeño el sonido de xilófonos y el canto de villancicos. Si bien la actividad musical era voluntaria, cerca de 20 niños por generación se animaron a participar en la interpretación musical: “Fue muy bonito ver cómo llegó a buen puerto el esfuerzo y compromiso de tantos meses. Esto nos anima a proponernos nuevos desafíos para el año que viene”, precisó Andrés.
Más que regalos
Los estudiantes de tercero medio de los colegios Nocedal y Almendral, que también pertenecen a la Fundación Nocedal, desarrollaron el guión y la producción de la obra de teatro. Cristóbal, Presidente del Centro de Alumnos, cuenta que la historia se abordó desde la mirada de un profesor que explica el misterio de la navidad a sus alumnos: “El mensaje que quisimos transmitir apuntó a la importancia de la unidad familiar, dejando en segundo plano el tema de los regalos; nos pareció necesario destacar este aspecto, porque hoy en día muchas personas centran la Navidad solamente en los obsequios que se compran y reciben” agregó Cristóbal.
Una manera de ilustrar la unidad familiar fue interpretando el valor que tiene comer y pasarlo bien en familia. Cristóbal rememora su experiencia personal: “en mi familia nos reímos mucho; a las 12:00 abrimos regalos y llamamos a nuestros abuelos por teléfono, para desearles feliz navidad. El día 25 vamos a visitar a algunos familiares”.
Por su parte, Luis finalizó su relato, haciendo un llamado a los padres y niños de Chile: “Me gustaría decirles que la Navidad es una fiesta muy importante porque, además de recordarnos la venida del Niño Dios a la tierra, es una oportunidad para asistir a la Santa Misa y festejar esta fiesta en familia. También los animaría a que se preparen con una buena confesión y a que reserven un tiempo para hacer una visita a los más pobres, como nos ha enseñado el Papa Francisco... Mi mamá participa en un grupo que ayuda a gente que se encuentra en situación de calle; me gusta acompañarla, porque me pongo en contacto con personas que viven sin hogar, a quienes puedo dar un poco de cariño y algo rico para comer”.
