Misa por los 40 años de la visita de San Josemaría al Monasterio de las Carmelitas en Pedro de Valdivia

En el convento de San José se celebró una Misa de acción de gracias en recuerdo de la visita que les realizó san Josemaría hace 40 años. Todavía viven allí algunas religiosas que recuerdan con cariño y agradecimiento ese encuentro.

En su invitación a San Josemaría hace cuatro décadas, la priora del convento esgrimió el ideal de su fundadora, Santa Teresa de Jesús, "tanto alcanzas cuanto esperas", un argumento al que San Josemaría no opuso resistencia, y con el mayor gusto se dispuso a visitarlas la misma mañana en que recibió la carta.

En un lugar destacado del convento de San José, las carmelitas pusieron un cartel: “1974 - 5 de julio - 2014. Hoy Conmemoramos 40 años de la visita de San Josemaría Escrivá de Balaguer a nuestro Monasterio”, ilustrado con una foto suya saliendo de la iglesia de Pedro de Valdivia, en compañía de don Álvaro del Portillo –que será beatificado el 27 de septiembre en Madrid–, don Javier Echevarría, actual obispo prelado del Opus Dei, y don Adolfo Rodríguez, entonces Vicario Regional de la Obra en Chile. Y en el locutorio donde del fundador del Opus Dei se reunió con ellas, adornaron con flores una de las posibles sillas en que se sentó.

Silla en el locutorio donde posiblemente se sentó san Josemaría en dicha visita.

El mismo sábado 5 de julio se celebró una Misa en el monasterio en recuerdo del encuentro. El Padre Eugenio Gurruchaga ocd comenzó agradeciendo a Dios por la persona de San Josemaría y los frutos de su apostolado. En la homilía, recordó la importancia de alcanzar la santidad, cada uno según lo que Dios le pide. Puso como ejemplo la virtud de la pobreza, diciendo que cada cual la debe vivir de acuerdo a su vocación. San Josemaría enseñó a practicarla a los cristianos corrientes que viven en medio del mundo.

Después de la Misa, los asistentes pudieron conocer la zona externa del monasterio. La Madre Adriana María del Niño Jesús, actual priora del convento, gentilmente interrumpió el retiro que vivía la comunidad –el desierto, le llaman– para atender a parte de la concurrencia, a través del locutorio. Muy cordial y agradecida, contó que todavía viven en el convento algunas de las religiosas que estuvieron con el fundador de la Obra, entre ellas la priora en tiempos de la visita, la Madre María Pilar del Niño Jesús, ya anciana, a la que cuidan en la enfermería.

Interior de la capilla del Convento Carmelita Descalzas de San José.

En su invitación de hace cuatro décadas, ella esgrimió el ideal de su fundadora, Santa Teresa de Jesús, tanto alcanzas cuanto esperas, un argumento al que San Josemaría no opuso resistencia, y con el mayor gusto se dispuso a visitarlas la misma mañana en que recibió la carta. Yo tengo un amor muy grande a la vocación de almas contemplativas –les dijo–, porque en el Opus Dei somos contemplativos en medios de la calle. Os entendemos muy bien, y las Madres Carmelitas del mundo entero nos entienden muy bien y nos ayudan con su oración. Vengo a pedir una limosna de oración: rezad.Las carmelitas recuerdan que les endulzó el alma con sus comentarios y también el paladar con los bombones que les llevó de regalo.

El Monasterio de San José es el primer Convento de Carmelitas Descalzas fundado en Chile, el 6 de enero de 1690, que desde 1942 está en su actual sede de Pedro de Valdivia.