"La Obra se está haciendo"

Presentamos un resumen de las entrevistas al Vicario Regional del Opus Dei, don Sergio Boetsch, a un vaticanista y a cuatro fieles de la Prelatura que la revista Qué Pasa publicó con motivo de los sesenta años de la llegada de la Obra a Chile.

Recorriendo estas seis décadas, al Vicario le gusta recordar lo que decía el Fundador del Opus Dei: que la Obra es una muestra de la bondad de Dios con los hombres porque enseña a santificar la vida ordinaria, a tratar bien a los demás, a servir con alegría. Y añade que una de las cosas que más le gustan del Opus Dei es que la gente es muy alegre…Señala que más que diferencias con otras maneras de vivir el cristianismo, puesto que todos los cristianos tenemos en común querer seguir a Jesucristo y vivir el Evangelio en este mundo, lo propio del Opus Dei es buscar a Dios en el trabajo, en la calle. Recuerda que esto fue difícil de entender para algunos al comienzo, y parecía algo muy revolucionario, primero porque en el Opus Dei los laicos son mayoría y sacan adelante las grandes tareas que hay por delante y segundo por la libertad personal que se tiene y se vive en el Opus Dei. “A veces, dice, no se comprende que la doctrina que enseña la Obra es la de la Iglesia y que en política cada uno piensa lo que quiere, porque la misión del Opus Dei es espiritual y religiosa: sólo interesa que la gente se acerque a Dios.”

Don Sergio Boetsch afirma que la Obra siempre se está haciendo y que gracias a Dios se ha ido arraigando en todos los niveles, pero que hay que llegar a nueva gente, a nuevos ambientes con el carisma del Opus Dei, que es enseñar a trabajar bien por amor a Dios y a los demás, a pesar de los defectos personales.

Ante la crisis de valores morales que se observa en el mundo, el Vicario reconoce que, como decía Juan Pablo II, hay mucha gente que vive en la práctica como si Dios no existiera, y eso es duro. Pero cree que más que estar discutiendo estos problemas morales en los que la gente se complica, que hay que trabajar por mostrar a Jesucristo y su Evangelio, y las vidas de la Virgen y de los santos que son tan luminosas. Y animar a la gente a acercarse más a los sacramentos, especialmente a la eucaristía y a la penitencia. “El Señor nos pide que vayamos a los corazones de las personas, a las familias, porque si avanza el secularismo se debe a que no hemos sabido dar a conocer bien el amor que Dios nos tiene,” asegura.

“Hay raíces cristianas muy profundas en Chile, por eso a mí no me parece que vaya a venir una hecatombe. Sacerdotes y laicos debemos seguir ayudando a que la gente se acerque cada día más a Dios. Éste es el desafío. También colaborar en la educación, para que las personas se desarrollen y tengan más oportunidades, como pide el Papa Benedicto XVI en su última encíclica; ayudar a que se vivan las virtudes cristianas, la solidaridad, la amabilidad, la unidad familiar, el respeto por todos. Esto es como una siembra… y hay mucho por hacer.”

¿Qué dijeron a Qué Pasa?

El periodista y escritor norteamericano John Allen Jr., especialista en materias relacionadas con la Iglesia Católica, destaca como aporte del Opus Dei a la Iglesia la revaloración del papel de los laicos y el concepto del trabajo como medio de santificación.

 Mauricio Larraín, banquero, aclara que no existe un “empresariado del Opus Dei” y que jamás la Obra trata de influir en la política o en las decisiones empresariales, ya que su único fin es ayudar a sus fieles a servir mejor los valores cristianos, como la honestidad, transparencia, justicia, solidaridad, respeto a las autoridades y a la dignidad de las personas. Y cuando estas metas no se cumplen, no sanciona a nadie sino que alienta a partir de nuevo, como en una lucha deportiva, con espíritu positivo y buen humor.

El políticoCarlos Larraín, Presidente de Renovación Nacional, destaca que los fieles del Opus Dei, como todos los católicos, pueden tomar las opciones políticas que quieran, dentro del marco que ofrece la Iglesia de respeto integral a la vida humana, y sobre todo, a la vida inocente. Enfatiza que en la Obra se enseña con insistencia la libertad política de los católicos.

“Con la búsqueda de la verdad, uno se va maravillando con la Creación”, destaca la pediatra y endocrinóloga Francisca Ugarte, Vicedecana de la facultad de Medicina de la Universidad de los Andes. Para ella, nunca ha existido contradicción entre ciencia y fe, porque la verdad es una. Confiesa que lo que más le gustó del Opus Dei es que no saca a nadie de su familia, ni de su trabajo, sino que lo ayuda a buscar la santificación ahí donde está. Asegura que la religión a los médicos les da un plus  que les permite entregar, además del conocimiento científico, caridad: entregarse y entregarle al paciente lo que uno cree que le puede hacer bien.

El ex empleado de Ferrocarriles del Estado, Justo Pastén, confiesa que el Opus Dei lo ayuda a vivir con los pies muy puestos en la tierra, pero con la cabeza en el cielo, porque invita a tener presente a Dios las 24 horas y los 365 días. Le encanta la coherencia espiritual que se lleva a la vida, al trabajo, a la calle, al hogar. Para él, la Obra es un “movimiento popular” porque está abierta a todos y en San Bernardo, donde vive, conoce mucha gente que es fiel del Opus Dei.