En un distendido encuentro virtual, los jóvenes tuvieron la oportunidad de conversar con el obispo sobre diferentes temas, como la experiencia de los sacerdotes que celebran misa sin la presencia física de los fieles o cómo llevar una vida cristiana al no poder recibir la comunión y la confesión.

"El punto fundamental es crecer en la fe, porque no tenemos los sacramentos -señaló al respecto-. Si la fe es robusta, el Señor nos va a dar la misma gracia que nos dan los sacramentos, acompañándonos en este momento particular". Igual que los santos, dijo, que estuvieron encarcelados y no podían celebrar, "pero la fe quedó intacta", y cuando han podido retomar la vida normal, "lo han hecho con fuerza".

El obispo recordó que los bautizos, matrimonios y confesiones se pueden hacer de acuerdo con las normas sanitarias dispuestas, con no más de cinco personas presentes, mascarillas, distancia social, y los protocolos establecidos por el arzobispado. Además, mencionó el servicio Fono Escucha, para recibir los llamados de personas que necesitan un apoyo espiritual y acompañamiento en medio de dificultades. Y reiteró que la Comunión debe recibirse en la mano, y que debe darse en un contexto particular, no a la ligera: "hay que tener un sentido más pastoral", enfatizó.

Finalmente, el obispo expresó que "me alegra muchísimo dialogar con los jóvenes en un diálogo abierto, sincero, transparente y crítico. Eso nos hace bien, porque nos hace crecer".

Para ver la nota completa en Iglesia.cl, puedes ingresar al siguiente link