JMJ 2019: “La JMJ es para valientes, no sólo para jóvenes que buscan y que retroceden ante las dificultades”

Un grupo de chilenas aceptó el desafío y voló a Panamá para participar en la versión XXXIV de la Jornada Mundial de la Juventud. A fines de esta semana estarán escuchando lo que el Papa Francisco les quiere decir. Y para preparar sus almas y corazones, partieron unos días antes a servir a los más necesitados en la semana misionera.

Un grupo de peregrinas chilenas posa ad portas de comenzar la JMJ en Panamá.

El Papa emprendió hoy su primer viaje de 2019. Este será a la ciudad de Panamá, donde participará en la XXXIV versión de la Jornada Mundial de la Juventud, la tercera que tiene lugar en América Latina. Se prevé que lo recibirán unos 400 mil jóvenes de los cinco continentes.

En el logo de la JMJ de este año aparece el canal de Panamá, símbolo del camino que los peregrinos recorren guiados por la Virgen María. También tiene la cruz del peregrino y los puntos en la corona de la Virgen, que simbolizan el peregrinaje desde todo el mundo hacia la jornada.

Este caminar se empieza a ver reflejado en las calles de Panamá, con alegres bocinazos y vítores con que los automovilistas saludan a los jóvenes que se han tomado las calles. Se percibe en ellos un ambiente de alegría y, principalmente, de ilusión, abierto a escuchar el mensaje que Francisco les quiere decir.

Un grupo de las 158 mujeres ligadas a centros de la Prelatura en el Canal de Panamá.

"La JMJ es para valientes, no sólo para jóvenes que buscan y que retroceden ante las dificultades, ¿aceptáis el desafío? [1]” - ¡Sí acepto! -. Esta fue la respuesta de un grupo de 158 jóvenes que asisten a distintos centros del Opus Dei, que decidieron dejar las comodidades que ofrecía el tiempo de descanso para encontrarse con el Papa y darse a los más necesitados. Inspiradas en la petición del Santo Padre, fueron preparando sus almas y corazones en terreno, a través de obras de misericordia que las dispusieran a recibir mejor el mensaje papal.

Un primer grupo visitó el hogar panameño San José de Malambo, fundado por Sor Lourdes Reiss, conocida religiosa centroamericana. Este lugar busca dar refugio y cariño a niños y niñas en condición de abandono, provenientes del distrito rural de Arraiján, ubicado al suroeste de Ciudad de Panamá. También acoge a enfermos de VIH-SIDA.

Bajo la sombra de tamarindos, mangos y guayabas, un grupo de 35 colegialas y universitarias se contagiaron con la alegría de los niños hospedados en ese lugar. Les llevaron colaciones y organizaron juegos los días 18, 19 y 20 de enero. Para Magdalena Arraztoa, quien cursa primer año de Administración de Servicios en la Universidad de Los Andes, estas actividades “nos ayudaron a olvidarnos de nosotras mismas, y así trabajar interiormente una mejor disposición ante el mensaje del Papa”.

Al igual que este grupo, otras jóvenes visitaron durante tres días la residencia del adulto mayor Santa Marta, en la que viven 30 ancianos. Se realizó en respuesta al llamado del Papa a participar en la llamada “Revolución del Servicio [2]”. Así lo percibe la estudiante de kinesiología de la Universidad Católica, Dominique Lathrop: “Ayuda a recordar que no vine a recorrer un lugar turístico, sino a escuchar al Papa y a un encuentro de Iglesia; a salir de mí misma, preocuparme de otros, y así partir bien la JMJ en Panamá”.

Dominique Lathrop (detrás de la mujer en silla de ruedas) en el Hogar de Ancianos Santa Marta.

“Esta previa” también ha ayudado a María José Olivos, especialista en Gastronomía Internacional, a “recargar pilas, sentir la Iglesia viva y darte cuenta de que el Papa, el sucesor de Pedro, se está apoyando en los jóvenes para construir la Iglesia. Nos hace salir de nuestro yo, de nuestro ego, para ver que los demás necesitan de nosotros y que somos un instrumento de Dios para dar amor”.

Servicio a Dios y a los demás

Esta jornada mundial tiene como lema la respuesta de la Virgen María a la llamada de Dios:“He aquí la Sierva del Señor, hágase en mi según tu palabra (Lc. 1, 38)” .

Ante la llegada inminente de este encuentro, Francisco recalcó a los jóvenes que las palabras de la Virgen María son “un valiente y generoso, el de quien ha comprendido el secreto de la vocación, de salir de uno mismo y ponerse al servicio de los demás, nuestra vida sólo encuentra significado en el servicio a Dios y a los demás [3]”.

Para Dominique Lathrop, el lema de esta JMJ “invita a imitar la actitud de María, a estar atenta a las manifestaciones de Dios en el día a día, además de estar abierta al plan que Dios tiene para mí”.

Con este mensaje Magdalena Arraztoa se identifica, porque “algo importante de ser miembro de la Iglesia es estar dispuesto a querer, y luego a cumplir la voluntad de Dios. Con el de María, Dios hizo grandes cosas. Con nuestro , también Dios quiere realizar su misión. Entonces ¿cómo no ilusionarse con algo así?”.

Magdalena Arraztoa con niños en el Hogar San José de Malambo.

“Tenemos que escuchar cuál es nuestra vocación; se puede estar llamado al matrimonio, a la vida consagrada, al sacerdocio, pero nunca al egoísmo ya que no existe esa vocación[4]”, enfatiza el Pontífice. Todas las vocaciones son modos de seguir a Jesús, lo importante, dice el Pontífice, es descubrir lo que el Señor espera de nosotros y ser valientes para decir .

María José Olivos, agregó en tanto: “Soy numeraria auxiliar [5], recibí una llamada del Señor, le dije que sí. Me apasiona dar de mi tiempo y vida entera para ser feliz con mi trabajo a las y los que me rodean, eso llena”.

Brotar sonrisas y alegrar muchos corazones

Con la mirada llena de esperanza, este grupo de jóvenes espera escuchar lo que el Papa les quiere decir, ver la diversidad, la universalidad de la Iglesia y la alegría de los cristianos alrededor del mundo. Y que esa alegría “sirva para ir sacando prejuicios y cambiar la actitud de algunas personas. Espero que vean que todos somos Iglesia y que, a pesar de la crisis, los jóvenes tenemos una actitud positiva”, destaca Dominique Lathrop.

Siguiendo con este mensaje de luz, el Papa Francisco les recuerda que la Virgen María “fue una mujer feliz, porque fue generosa ante Dios y se abrió al plan que tenía para ella [6]”.Esa respuesta afirmativa espera Magdalena Arraztoa: “conversiones y mucho más amor por la Iglesia”.

María José Olivos: “Me apasiona dar de mi tiempo y vida entera para ser feliz con mi trabajo a las y los que me rodean”.

“¡Anímense a entrar cada uno en su interior, entrar….y decirle a Dios ¿Qué quieres de mí? Dejen que el Señor les hable y ya verás nuestra vida transformada y colmada de alegría”. Es el mensaje que el Papa envía a estos miles de jóvenes, que caminan llenos de ilusión hacia la JMJ, como muestran los relatos de la “Semana Misionera” realizada durante los días previos.


[1] Videomensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de la Juventud, 21/11/2108.

[2] Ibídem.

[3] Ibídem.

[4] Ibídem.

[5] Fieles, que, en el celibato apostólico, tienen una plena disponibilidad para las labores apostólicas de la Prelatura. Con su trabajo profesional mantienen el ambiente de familia, propio de los centros de la Obra. San Josemaría señalaba que eran la columna vertebral del Opus Dei.

[6] Videomensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de la Juventud, 21/11/2108.