Jesucristo en el centro de nuestra vida: Colegio, Trabajo, Universidad...

La Solemnidad del Corpus Christi, se preparó el pasado jueves 31 de mayo en diversos establecimientos educacionales ligados a la Prelatura del Opus Dei. Las imágenes y testimonios hablan de una fiesta multicolor, en el contexto del Congreso del Año Eucarístico que estamos viviendo en la Iglesia de Chile.

Detalle de altar realizado por alumnas del Colegio Los Andes, para conmemorar esta gran Solemnidad de nuestra fe.

Cada año, toda la Iglesia y, junto con ella, algunas labores educativas ligadas a la Prelatura del Opus Dei, se preparan con enorme piedad y cariño para celebrar la Solemnidad del Corpus Christi, a través de procesiones, en las que Jesús Sacramentado recorre las calles de la ciudad o los sectores donde los alumnos estudian, juegan y conversan. Por ello, cada comunidad prepara con esmero los detalles para celebrar, por adelantado,el gran milagro de la presencia real del Cuerpo y de la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.

Procesión del Corpus Christi en el Colegio Los Andes

La piedad eucarística es la fuente de vida de un cristiano; por eso, su celebración es una oportunidad para fortalecer nuestra fe: “¡Qué bien se explica ahora el clamor incesante de los cristianos, en todos los tiempos, ante la Hostia santa! Canta, lengua, el misterio del Cuerpo glorioso y de la Sangre preciosa, que el Rey de todas las gentes, nacido de una Madre fecunda, derramó para rescatar el mundo. Es preciso adorar devotamente a este Dios escondido: es el mismo Jesucristo que nació de María Virgen; el mismo que padeció, que fue inmolado en la Cruz; el mismo de cuyo costado traspasado manó agua y sangre (San Josemaría, Es Cristo que Pasa, 84 )".

Este año, al celebrarse el Congreso Eucarístico en todo el país, la fiesta tomó mayor relevancia, puesto que cada diócesis recibió de regalo la “Custodia Peregrina” cuya finalidad es ayudar a aumentar la devoción y la fe hacia Cristo presente en la hostia santa, con su Cuerpo y su Sangre, bajo las humildes especies de pan y vino.

Dar testimonio público

Diego Donoso, alumno de la Universidad de los Andes, se sorprendió con “el trabajo previo a la fiesta misma, para darle gloria a Dios, pues ver y participar de la elaboración de las alfombras de flores donde iba a pasar el Santísimo fue muy bonito”. Por su parte,Isabel Ibarra se asombró por tratarse de una muestra de fe significativa: “Todo el mundo se arrodilla frente a Jesús, a pesar de que nadie lo ve, y sin importar lo que piensen quienes no creen o no entienden”. Para ella “la fe en la Eucaristía es lo que permite volver y saber que Jesús siempre me espera con los brazos abiertos, aunque me haya alejado de Él”. A Pilar Costabal la conmueve: “Que Jesús salga del sagrario y se pasee por la Universidad, mostrándose al mundo, que la gente se arrodille, mientras quienes no entienden nos miren e incluso nos satiricen… Creo que es importante vivirla en este tiempo en el que la Iglesia está más dolida… Participé en el coro que acompañaba la procesión y la música elegida nos hizo reflexionar, sobre todo al cantar temas como “Cara a cara” y “Frente a ti Jesús”.

Los alumnos Eduardo Mallea e Isabel Ibarra participaron en la procesión del Corpus Christi realizado en la Universidad de los Andes.

Para Eduardo Mallea, asistir a la procesión del Corpus fue un modo de mostrarle a Cristo su lugar de trabajo cotidiano: “Un símbolo de devoción a Jesucristo sacramentado, compartir con Él, caminar con Él y manifestarle mi vida, para que el estudio y la universidad vayan de su mano”. Vicente Silva comentó que se trató de una manifestación de fe pública: “Un acto de fe entre todos, me parece una expresión de fe muy conmovedora, porque significa una devoción palpable, que tiene una liturgia muy visual y eso ayuda un montón”.

De izq. a der. Vicente Silva, Diego Donoso y Pilar Costabal, alumnos de la Universidad de los Andes.

San Josemaría recordaba que tras la hostia sacramentada, está el Cristo de los Evangelios: “Es preciso adorar devotamente a este Dios escondido: es el mismo Jesucristo que nació de María Virgen; el mismo que padeció, que fue inmolado en la Cruz; el mismo de cuyo costado traspasado manó agua y sangre (Es Cristo que Pasa, 84.)".

El centro de la vida

Siguiendo la catequesis del Papa Francisco sobre la Eucaristía como clave de la vida cristiana, recordamos algunas de sus palabras: “Evangelio, Eucaristía y oración. No se olviden: Evangelio, Eucaristía y oración: gracias a estos dones del Señor podemos conformarnos a Cristo y no al mundo, y seguirlo en su vida ... (Ángelus 1/09/2014)".

Integrantes de diversas comunidades educativas compartieron sus reflexiones:

Nicolás Claro, alumno de III Medio del Colegio Cordillera, preparó su corazón: “recordando que esta fiesta se celebra hace 30 años en el colegio, asistí a Misa más seguido y tomé conciencia de lo afortunado que somos al tener a Jesús paseando por aquí, con una linda alfombra realizada por los alumnos, por amor a Dios”.

Para el director del Colegio Nocedal, Jaime Cárdenas, se trata de una actividad que tiene una gran importancia de catequesis: “porque el niño va visualizando lo que los profesores le explican en clases, se encuentran con que lo aprendido tiene su contraparte en la realidad: que el Señor sacramentado sale a pasear por el patio de su colegio. Yo tengo una fe muy grande y me llaman mucho la atención estas expresiones públicas de fe y cada vez, a pesar de que pasan los años, las vivo con mayor ilusión”.

Procesión del Corpus Christi, en Colegio Nocedal.

Para Gabriel Mena, alumno de IV Medio del Colegio Tabancura, se trató de la última procesión, por lo que tuvo un sabor especial: “Las alfombras de flores decoradas con diversos diseños fueron la prueba evidente del cariño de todos, pero no fue la única. Se notó en la piedad mientras el Santísimo paseaba por nuestros patios. Ver cómo mis compañeros se hincaban a su paso, cantaban y rezaban es significativo. Como alumno de ultimo año en el colegio, la recordaré siempre como un ejemplo de piedad y amor a Jesús Sacramentado”.

El Santísimo expuesto, en una de las estaciones, durante la procesión en el patio del Colegio Tabancura.

Alumnas del Colegio Huelén preparan la alfombra de flores, junto a una de las profesoras del colegio.

Otro aspecto a celebrar fue la unidad que esta celebración provoca dentro de la comunidad escolar:María Inés Correa, alumna de III Medio del Colegio Huelén, destacó que “cada alumna se sintió muy gratificada al ver un colegio unido, en actitud de oración y principalmente agradecidas porque nos dio la oportunidad de tener a Jesús aquí mismo”. Para Catalina Tapia, profesora de religión del mismo establecimiento señaló: “Vivir la procesión de Corpus Christi fue una experiencia conmovedora, pues pude ver a profesoras, alumnas y apoderados en estado de reflexión y participando activamente”.

María de los Ángeles Montenegro y alumnas del Colegio Los Alerces

Para María de los Ángeles Montenegro, integrante del equipo de administración del Colegio los Alerces, se trató de una confirmación de su fe: “Soy Cuasimodista, por eso, estar en presencia de la Hostia Santa hace que el corazón se me inflame de emoción y alegría. Cuando uno tiene fe confirma que el Señor está verdaderamente ahí. Uno vuelve a entregarle todo y se van abriendo caminos”. La profesora de educación física del mismo lugar, Josefina de Tezanos Pinto, añade: “Este año las alumnas diseñaron sus propias alfombras –antes se hacían con plantillas – y creo que esta nueva propuesta las ayudó a vivir la procesión de forma más personal. Esto se vio reflejado en el recogimiento y en la alegría que llenaba el ambiente. Es conmovedor ver pasar a Jesús vivo y tener este espacio para hacer una pausa y meditar” .