«En la Universidad apostaron por mí independientemente de mi discapacidad»

Sophia fue primero estudiante de la Universidad de Piura (Perú), de la que ahora es docente. En este vídeo cuenta su testimonio de inclusión en la Universidad y el espíritu de profesionalidad y amor al trabajo bien hecho que tratan de inculcar en esta institución educativa.

La historia de Sophia forma parte del multimedia «El viaje del viaje», que se editó con ocasión del 50 aniversario de las catequesis de san Josemaría por América del Sur. A continuación reproducimos su testimonio.


Cuando uno tiene una discapacidad visual tiene más inseguridades o más miedos quienes no la padecen. Por ese motivo, los estudios superiores fueron para mí motivo de gran incertidumbre y venir acá a la Universidad y ver que en realidad se dio esta integración, se dio este apoyo, fue mágico, maravilloso, esperanzador incluso.

Sophia con sus alumnos en la Universidad de Piura.
Sophia con sus alumnos en la Universidad de Piura.

La Universidad de Piura te ofrece una formación integral, una formación humanista, una formación que te exige y de por sí ese potencial académico lo explota. Pero no solo es ese potencial académico, sino que también va de la mano con cómo ser mejor persona y como tú también puedes brindar esas herramientas a otras personas.

En el último año de la carrera mi asesora fue quien me propuso formar parte de la Universidad en donde quizás ese gusto por querer explicar las cosas me llamó la atención. Y claro cuando me hizo la propuesta para mí fue como: “okey, la Universidad ha visto lo que yo puedo hacer y apuesta por mí, apuesta por la integración, apuesta por darme la oportunidad independientemente de cuáles sean mis capacidades o discapacidades”.

Hoy en día me estoy desenvolviendo como profesora, como docente, más el asesoramiento que también se brinda a los alumnos. Es personalizado, se pueden plantear dudas académicas, dudas incluso personales, siempre buscando al final lo mejor para cada alumno.

Mi trabajo consiste en preocuparte no solo por ser bueno académicamente sino también preocuparte por ser mejor personalmente, con ese espíritu de querer apoyar a los demás, de preocuparte por los detalles y de siempre brindar una mano de ayuda.


San Josemaría visitó Perú en 1974. En una tertulia familiar que tuvo con  sus hijos les dijo: “Yo en Piura estoy desde el primer momento. Amo la Universidad y amo a toda la población de Piura. Quiero con predilección al profesorado, a los estudiantes, a los empleados, a todos. La Universidad de Piura es un gran bien para las almas, para las inteligencias y para el pueblo entero del Perú. 

En medio de un desierto, una universidad. Tenéis talento extraordinario, sois capaces de llevar la cultura cristiana a todas partes, ¡adelante! 

Uno de mis orgullos es ser el Gran Canciller de esta Universidad. La próxima vez que venga al Perú habré venido a Lima porque habré estado antes en Piura, desde luego”.