“Buenas tardes, bienvenidos a la quinta edición de las noticias de Aróstegui Televisión”. Pablo (9 años) y Álvaro (4) arrancaban así cada domingo, y tras muchas tomas falsas, el informativo de televisión en cuya producción había trabajado esa semana toda la familia, en Palma de Mallorca. Desde mediados de marzo los siete se convirtieron en presentadores, editores, productores, maquilladores e imitadores de políticos y protagonistas de la actualidad.
En total han sido ocho los programas enteramente elaborados por toda la familia sin salir de casa. La iniciativa surgió cuando Pablo -publicista, aunque trabaja en una gestoría- y Vicky, su mujer -periodista y directora de un colegio- se preguntaron qué podían hacer para entretener dentro de casa durante el confinamiento a sus cinco niños: Miguel, Pablo, Álvaro, Lucía y Jaime, de 10, 9, 4, 3 años y 9 meses de vida.
Entre los dos se las ingeniaron para tener entretenidos a sus cinco retoños trabajando en un proyecto de comunicación auténtico y real: una imitación quasi exacta de unos informativos de televisión. En un tono positivo y optimista, sin olvidar lo dramático de la situación, prepararon un programa para cada domingo. Pablo, el padre, es conocido en Instagram como @paroste, y comenzó a difundir estos informativos a través de las redes.
Miles de personas siguieron los vídeos de los Aróstegui con imitaciones de Pablo Iglesias, Pedro Sánchez, Pablo Casado o Santiago Abascal, además de los periodistas y presentadores de televisión Matías Prats y Vicente Vallés. Los medios pusieron el foco en esta original iniciativa, y la familia apareció en la revista Hola y en su cuenta de Instagram -holacom-, fue entrevistada en la Cope, en el programa Julia en la Onda, de Onda Cero, salió en Crónica Balear, el suplemento de El País Verne, el periódico Última Hora, IB3, e incluso en el programa Al rojo vivo de la cadena Telemundo de Miami.
Con este pequeño proyecto, Vicky y Pablo han conseguido que sus hijos fueran entendiendo la situación, en la medida de sus posibilidades, y tuvieran las claves más importantes para llevar el confinamiento con alegría, sentido del humor, responsabilidad y mucha, pero que mucha ilusión. Lo que no exime de las clásicas peleas entre hermanos.
Durante este tiempo han tenido clases “extraescolares” de historia de España, de comunicación audiovisual, de estilismo e interpretación… Con ello han desarrollado capacidades como salir al paso ante un error y no enfadarse, mantenerse quietos y rigurosamente colocados en una postura correcta y amable, trabajar en equipo, habilidades de imitación, memorización y sincronización... Los pequeños han hecho además un auténtico máster en los valores que hacen que una sociedad prospere con éxito y en común acuerdo.
Cuenta Pablo que durante la preparación de las grabaciones ha habido momentos de tensión, que no todo ha salido rodado y que ha habido más de un apretón de dientes y auto tirones de pelos por desesperación. Las cosas como son.
Cada minifrase de Álvaro ha costado la vida pero causaba gran emoción en todos cada vez que conseguían grabarla. Con 4 años es ya todo un mini-presentador. Pablo, algo más serio, era el que daba poso y altura al noticiero. Y Miguel ha sido el imitador estrella, ya tiene carácter y gran capacidad de transformación. Lucía, como presidenta del Congreso, ha demostrado su arte para darle al martillo. Y a “JB”, que apenas tiene unos meses, lo sacaron en unos informativos recreando la primera salida a la calle de los niños... nadie ha quedado exento de participar en los informativos en esta familia.
En su último informativo la familia elaboró un making of (“Así se hizo”), donde cada uno de los hijos explica cuál es su auténtica vocación profesional, ya que ahora todos tienen claro qué quieren ser de mayores.
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El proyecto de los Aróstegui ha querido tener en cuenta la sostenibilidad y por eso han tirado de material rebuscando por casa, haciendo auténtico reciclaje: la peluca de Pablo Iglesias era de un disfraz de “Frozen” de Lucía, todas las corbatas de Pablo y los distintos y muy trabajados escenarios han dado el pego gracias a un edredón verde chillón que perteneció a la infancia de Vicky, con el que han puesto en juego la técnica del “croma”, que merecería un capítulo aparte.
Y ante la pregunta de por qué se ha liado con este proyecto, Pablo responde: “Yo siempre he estado convencido del bien que se puede hacer a través de las redes sociales. Soy supernumerario del Opus Dei y veo que es una gran oportunidad para educar a mis hijos y a la vez para apoyar a tantas familias dando un mensaje positivo, optimista. Esto es algo que puede hacer un bien que uno no es capaz de imaginar. En definitiva, una forma de educar creativa con material de toda la vida. Y es que ahí está el amor, cuando eres capaz de crear partiendo de lo que ya tienes, pero mirándolo con otros ojos, los ojos del corazón”.
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Todos han echado muchas horas en este proyecto. Algunos días se han ido a la cama a las 2.00 de la madrugada terminando de montar el informativo para que estuviera a punto el domingo. ¡Ni que vinieran los Reyes Magos! Y sin embargo, con esa ilusión se levantaban los pequeños para ser los primeros en visualizar su creación.
Lo que empezó como un entretenimiento familiar acabó llegando mucho más lejos, y arrancando una sonrisa a miles de personas que, entre cuatro paredes, trataban también de dar sentido a su propia encerrona.