Conversión ecológica desde la fe

Hace cinco años el Papa Francisco nos llamó a una “conversión ecológica” y nos invitó a ser “custodios de la creación”. En la encíclica Laudato si’ nos señaló algunos sencillos consejos para cuidar nuestra casa común.

Recordamos en la siguiente lámina audiovisual algunos contenidos de la encíclica Laudato si’. La invitación es a "cuidar la creación con pequeñas acciones cotidianas", para así poder entregar a las nuevas generaciones un mundo más verde y más humano.

En la encíclica Laudato si’ el Papa Francisco nos interpela:

TAREA DE TODOS

“Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades.” (14)

“Necesitamos fortalecer la conciencia de que somos una sola familia humana. No hay fronteras ni barreras políticas o sociales que nos permitan aislarnos, y por eso mismo tampoco hay espacio para la globalización de la indiferencia.” (52)

Los jóvenes tienen una nueva sensibilidad ecológica y un espíritu generoso, y algunos de ellos luchan admirablemente por la defensa del ambiente, pero han crecido en un contexto de altísimo consumo y bienestar que vuelve difícil el desarrollo de otros hábitos. Por eso estamos ante un desafío educativo.” (209)

UNA DEUDA SOCIAL

“… son inseparables la preocupación por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior”. (10)

Este mundo tiene una grave deuda social con los pobres que no tienen acceso al agua potable, porque eso es negarles el derecho a la vida radicado en su dignidad inalienable. Esa deuda se salda en parte con más aportes económicos para proveer de agua limpia y saneamiento a los pueblos más pobres.” (30)

“Hace falta volver a sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo, que vale la pena ser buenos y honestos.” (229)

PROTEGER Y CONSTRUIR NUESTRA CASA COMÚN

Es muy noble asumir el deber de cuidar la creación con pequeñas acciones cotidianas, y es maravilloso que la educación sea capaz de motivarlas hasta conformar un estilo de vida.” (211)

“En la familia se cultivan los primeros hábitos de amor y cuidado de la vida, como por ejemplo el uso correcto de las cosas, el orden y la limpieza, el respeto al ecosistema local y la protección de todos los seres creados.” (213)

Podemos empezar por alguna de las acciones concretas que propone el Papa Francisco.

  1. Calefacción: nos aconsejó abrigarse más y evitar prenderla.
  2. Evitar el uso de material plástico y de papel.
  3. Reducir el consumo de agua.
  4. Separar los residuos.
  5. Cocinar sólo lo que razonablemente se podrá comer.
  6. Tratar con cuidado a los demás seres vivos.
  7. Utilizar transporte público o compartir un mismo vehículo entre varias personas.
  8. Plantar árboles.
  9. Apagar las luces innecesarias.
  10. Dar gracias a Dios antes y después de las comidas.

Para leer la encíclicia completa puedes hacerlo aquí