Los Obispos de Chile promulgaron esta consagración a la Virgen María en su carta del 15 de noviembre:
«Invitamos a vivir en todo el país y en cada Diócesis un gran día de oración por Chile el próximo 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, en que consagraremos el país a la protección maternal de la Virgen María en todas nuestras celebraciones eucarísticas, rezando la Oración por Chile. Preparemos nuestro espíritu durante este Mes de María, incrementando nuestra plegaria por nuestro pueblo y haciendo penitencia por nuestros pecados personales y sociales que han contribuido a las injusticias y la violencia».
Algunas ideas para prepararnos para que el 8 de diciembre sea un gran día de oración por Chile.
- Invitemos a rezar la Oración por Chile en familia, en comunidad.
- Pidamos perdón a quienes hemos ofendido.
- Sirvamos a quienes más lo necesitan.
- Recibamos el sacramento de la Reconciliación.
- Hagamos penitencia por nuestros pecados.
- Y… el día 8 de diciembre, asistamos a misa y unámonos con fervor y piedad a las oraciones con las que pediremos a Jesús que nos regale su amor, para que haya justicia y paz en Chile.
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ORACION POR CHILE
Virgen del Carmen, María Santísima, Dios te escogió como Madre de su Hijo, del Señor Jesús que nos trae el amor y la paz.
Madre de Chile, a Ti honraron los Padres de la Patria y los más valientes de la historia; desde los comienzos nos diste bendición.
Hoy te confiamos lo que somos y tenemos; nuestros hogares, escuelas y oficinas; nuestras fábricas, estadios y rutas; el campo, las pampas, las minas y el mar.
Protégenos de terremotos y guerras, sálvanos de la discordia; asiste a nuestros gobernantes; concede tu amparo a nuestros hombres de armas; enséñanos a conquistar el verdadero progreso, que es construir una gran nación de hermanos donde cada uno tenga pan, respeto y alegría.
Virgen del Carmen, Estrella de Chile, en la bandera presides nuestros días y en las noches tormentosas sabiamente alumbras el camino.
Madre de la Iglesia, Tú recibes y nos entregas a Cristo; contigo nos ofrecemos a Él, para que sobre Chile extienda los brazos salvadores de su Cruz y la esperanza de su resurrección. AMÉN.