Caminar juntos como Iglesia en Chile

La Tercera Asamblea Eclesial Nacional reunió a 600 participantes de diferentes ministerios, servicios y carismas de la Iglesia en tres jornadas de discernimiento del querer de Dios para la Iglesia en Chile. Este es un breve relato de esos días, junto al testimonio de cuatro asistentes a este encuentro.

La Tercera Asamblea Eclesial Nacional se realizó durante los días 7, 8 y 9 de octubre 2022 en el colegio La Salle. Delegados venidos de Arica a Punta Arenas vivieron profundamente el lema: “Caminar juntos”.

Distribuidos en 60 comunidades, obispos, sacerdotes, religiosos y laicos pudieron pensar juntos el querer de Dios para la Iglesia en Chile. Esto se hizo a partir de los temas que surgieron del proceso nacional de discernimiento iniciado en 2018 y recogidos en los informes diocesanos para el Sínodo de la sinodalidad convocado por el Papa Francisco.

El matrimonio conformado por Patricio De la Barra y Magdalena Santa Cruz; María Teresa Correa, del consejo de rectoría de la Universidad de los Andes y M. Josefina Lecaros, directora de la Oficina de comunicaciones del Opus Dei, participaron en la Asamblea y cuentan cómo vivieron lo sucedido en esos días.

Viernes 7 de octubre: el Viento como signo inspirador, que representó al Espíritu Santo en medio de las comunidades de discernimiento.

Durante la primera misa de la Tercera Asamblea Eclesial Nacional, celebrada por el secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile, padre Sergio Pérez de Arce, y concelebrada por el nuncio apostólico en Chile, monseñor Alberto Ortega, junto a los obispos, sacerdotes y diáconos presentes en la actividad, se señaló: “Al Espíritu Santo se le escucha, se le puede contemplar, pero por sobre todo se le escucha. (…) No estamos solos y lo que tenemos que hacer es discernir lo que Jesús quiere de nosotros, eso haremos en esta asamblea”.

La eucaristía tuvo varios signos, como el de la ofrenda, momento en que una familia que practica bailes religiosos en el norte llevó el pan y el vino al altar. También, y al finalizar, los fieles llevaron al Santísimo en procesión hasta la Capilla del Colegio La Salle en donde se está efectuando la Asamblea.

Luego los grupos de trabajo abordaron temas de relevancia para las Iglesias locales: transparencia; rendición de cuentas y supervisión; liderazgos y estructuras para favorecer la participación y la misión compartida; ministerios laicales; formación para relaciones más evangélicas y necesidades formativas.

Ver video del encuentro del día viernes 7 de octubre.

Magdalena Santa Cruz: ¡Qué responsabilidad tenemos los laicos de ser y hacer Iglesia!

Hace dos semanas nos preguntaron a mi marido y a mí si podíamos participar en la tercera Asamblea Eclesial Nacional. No sabíamos de qué se trataba, pero cuando nos explicaron que era un servicio a nuestra Iglesia de Chile, sentimos una alegría enorme. Un matrimonio de supernumerarios iba a ser eco de las palabras del Papa Francisco: “hacer de Chile una Iglesia cada día más sinodal, profética y esperanzadora”. 

Una de las cosas que más me gustan del espíritu de la Obra es su amor a la Iglesia y al Papa. Yo trato de rezar todos los días por el Papa y por las intenciones de mi obispo. Y en esta oportunidad, no solo rezaría, sino que trabajaría por mi Iglesia, muy unida al Papa Francisco y a mi obispo Mons. Aós.

Monseñor Celestino Aós, cardenal arzobispo de Santiago, Magdalena Santa Cruz y Livia Paz López, de Salamanca.

Fue una jornada intensa de tres días. Me tocó trabajar con el obispo de Valparaíso, Jorge Vega Velasco, además de representantes de Arica, Antofagasta, Calama y Concepción, de distintos y variados carismas. Fue muy bonito ver la diversidad de carismas.

Se armó con ellos un muy buen ambiente de trabajo, entusiasmo y alegría. Aunque los temas que tratamos no eran fáciles y a veces no teníamos la misma mirada, nos respetábamos y nos cuidábamos en la diferencia. Estos días ha sido una oportunidad de ver la belleza de la diversidad de la Iglesia.

Padre Raúl Rivera, Catherine Jurgenne de Antofagasta, Obispo Jorge Vega, Fernanda Lara de la Vicaría de la Infancia de Concepción, Livia Paz de Salamanca, Marcelo Neira de la Vicaría de la Educación y Magdalena Santa Cruz.
Padre Raúl Rivera, Catherine Jurgenne de Antofagasta, Obispo Jorge Vega, Fernanda Lara de la Vicaría de la Infancia de Concepción, Livia Paz de Salamanca, Marcelo Neira de la Vicaría de la Educación y Magdalena Santa Cruz.

Patricio De la Barra: agradecido de haber podido aportar algo a nuestra Iglesia y a esta solicitud del Papa Francisco que tanto queremos en la Obra.

Cuando me propusieron asistir a la asamblea, me puse un poco nervioso. ¿Qué voy a decir? ¿Podré aportar? Y me acordé de san Josemaría que siempre enfrentaba los desafíos con fe y unido a la Virgen por lo que pensé: - bueno, echémosle para adelante.

Fue un gran trabajo y percibí que el Espíritu Santo estuvo todo el tiempo asistiéndonos y orientándonos. Todos en mi grupo veníamos de vidas y realidades bien distintas, pero a pesar de todo había algo que nos unía que era la fe. El trabajo fue intenso y las discusiones siempre se mantuvieron bajo códigos de respeto y de escucha.

Gabriela, de la Vicaría de la Niñez de Concepción; Blanca, del camino catecumenal de Parral; Patricio de Santiago; Patricia, de la Vicaría de la Juventud de Los Ángeles; padre Pablo, sacerdote Legionario de Cristo; hna. Margarita, de la diócesis de Cohaique; Andrea, de la Vicaría de la Juventud de Chillán y Gerardo, diácono de la zona norte de Santiago.

Sábado 8 de octubre, el aceite como signo de la Unción

La misa del mediodía fue presidida por el obispo Fernando Chomalí y concelebrada por el obispo de Talca, Galo Fernández.

“Tenemos dos posibilidades –señaló Mons. Chomalí en la homilía–, la primera es ser pesimistas y la otra posibilidad, es ser ingenuamente optimistas. Lo que nos pide el Señor hoy día es un sano realismo que nos dice que tenemos los seminarios vacíos. Les digo a mis hermanos que a nadie le podemos garantizar que en diez años más vamos a tener sacerdotes en parroquias. Tenemos conventos y parroquias vacíos y esa es nuestra realidad. De esa realidad, hay que mirar el futuro”.

“Algunas personas creen que esto se va a solucionar con estrategias de marketing, pero no. Esto se va a revertir en la medida que volvamos a la fuente, a Jesucristo nuestro Señor. Lo que más necesitamos es profundidad espiritual porque una persona que no reza no tiene nada que decirle al mundo”, indicó el arzobispo de Concepción.

Durante el día sábado, las comunidades se reunieron para realizar un discernimiento en torno a los desafíos de la Iglesia en el Chile de hoy respecto de quienes más sufren, las víctimas de abuso y la prevención, la mujer, las personas con diversas orientaciones sexuales, los jóvenes, la familia en sus múltiples desafíos y transformaciones, el país en sus procesos sociales y políticos, el medio ambiente, además de la cultura y la transmisión de la fe.

Un momento significativo fue la proclamación de la primera lectura por parte de Nelly Manutomatoma en Rapa Nui y español. En la fotografía, Nelly junto a Josefina Lecaros y el pbro. Omar Orellana, párroco de la Iglesia de la Asunción en Los Andes, de la diócesis de San Felipe.

Una emotiva adoración dio cierre a la jornada del día sábado. Junto a la comunidad orante, participaron vía zoom las religiosas de los monasterios de la Inmaculada de Atacama (Copiapó), de la Santísima Trinidad (Casablanca), de Cristo Rey y María Mediadora (La Florida) y Santísimo Sacramento (Puerto Varas).

Revisar la síntesis completa del sábado 8 de octubre.

María Teresa Correa: Fue una gran oportunidad para conocer todo el trabajo ya realizado por la Iglesia chilena en el proceso de discernimiento. 

Se trató de un arduo y completo trabajo, doloroso en aspectos como el de los abusos y la falta de jóvenes, pero a su vez muy esperanzador en su propuesta de volver a poner a Jesucristo en el centro para ser de verdad una Iglesia acogedora y en salida, como nos ha pedido el Papa Francisco.

El trabajo de estos días, compartiendo en mi grupo con cuatro sacerdotes, una religiosa y cuatro laicos más, se desarrolló en un clima de oración y respeto mutuo, evidenciando la maravilla de los diversos carismas que el Espíritu Santo suscita y mantiene al interior de la Iglesia, dando así la posibilidad de llegar a más gente con el mensaje evangélico.

De izquierda a derecha: padre Gonzalo, de Constitución; mons. Chomalí, obispo de Concepción; padre Rodrigo, de Schoenstatt y vicario de órdenes religiosas de Santiago; Mónica, a cargo de los almuerzos y comidas, María Teresa Correa de la Universidad de los Andes y mons. Celestino Aós, cardenal arzobispo de Santiago.

Domingo 9 de octubre, junto al signo del agua

Durante la tercera jornada, se profundizó en el trabajo realizado para establecer una priorización de los temas abordados los días anteriores.

La síntesis final del trabajo realizado por las 60 comunidades de discernimiento será entregada por el equipo nacional de la Tercera Asamblea Eclesial luego de 15 días, para así poder incorporar todas las sugerencias y aportes recibidos durante la jornada de clausura.

La eucaristía del domingo fue presidida por el arzobispo de Santiago y cardenal Celestino Aós; y concelebrada por el obispo de Aysén, Luis Infanti. Revisa los temas acordados aquí.

María Josefina Lecaros: Se podía palpar la belleza de la Iglesia, en sus distintos servicios, ministerios y carismas.

"Hubo muchos momentos preciosos, entrañables, como la oración de la tarde del sábado, todos unidos en adoración. Se hizo patente de dónde sacamos, como Iglesia, la fuerza y la luz: Jesucristo. Porque como dijo mons. Chomalí, todos nuestros esfuerzos serán inútiles si no están cimentados en el Señor".

"Me pidieron ser “facilitadora” del trabajo de mi grupo y apuntar los consensos logrados desde el discernimiento. Los temas sobre los que reflexionamos fueron la liturgia y la familia. Para prepararme para esta tarea lo hice con oración y una gran alegría de poder servir a la Iglesia junto a tantos otros".

Grupo de trabajo "rojo 6", cuyos temas fueron liturgia y familia. Mons. Cristián Castro, obispo auxiliar de Santiago; María Mercedes Palma, del obispado castrense; Gerardo Godoy, del grupo de “madrugadores” de Villarrica; María Josefina Lecaros, oficina de comunicación del Opus Dei; Carlos Vergara, diácono en Chile Chico, diócesis de Aysén; María Allendes de la diócesis de Talca; padre Guillermo Colipe, de la parroquia San Juan Bautista de La Reina; y Sandra Fuentes, de la pastoral campesina de la diócesis de Chillán (falta Nixa Muñoz, de la diócesis de Los Ángeles, que tomó la fotografía).