En septiembre de 2017 nació Aniétate, una iniciativa social de la Residencia Universitaria Alborada, con el fin de que jóvenes universitarios visiten y acompañen con frecuencia a adultos mayores que se encuentren un poco solos. De ese trato constante surgen relaciones afectuosas entre ellos, como la de un nieto con su abuelo. Es así como se anietan.

Esteban Gallego, uno de los encargados del proyecto explica: “La idea es que una vez a la semana cada nieto visite asu abuelo con un par de amigos. Estamos 30 a 45 minutos conversando de su vida, sus intereses y de los nuestros. Dependiendo de cómo vive la fe, también rezamos con él. Y cuando hay celebraciones como el cumpleaños, el 18 de septiembre o la navidad, aprovechamos para festejar y pasarlo bien juntos, lo que termina creando un verdadero vínculo de cariño”.

"Estamos 30 a 45 minutos conversando de su vida, sus intereses y de los nuestros. Dependiendo de cómo vive la fe, también rezamos con él".

Aniétate es un desafío constante. Rodrigo Samayoa, otro de los encargados, explica: “Desde que empezamos hemos trabajado en los barrios de La Pincoya y Huechuraba. Y con quienes no pueden ir hasta allí, realizamos visitas a residencias de adultos mayores en la comuna de Providencia”.

Para anietarse es muy importante el compromiso de la continuidad, porque ayuda a generar lazos más profundos. Para lograr este objetivo están construyendo un sistema de registro de visitas vía web. Rodrigo explica que “la idea es que ayude a mantener un orden para asegurar la periodicidad de los encuentros”.

Con Aniétate, vejez y juventud se nutren mutuamente de la fuerza de uno y de la experiencia del otro. Así, desde sus respectivas realidades, se establece una relación que esperan sea duradera y muy enriquecedora para ambos.