Expandir los sueños de los niños y sus familias es posible

Hace doce años, la Fundación Nocedal pudo cumplir un nuevo sueño: llegar con un colegio masculino a Bajos de Mena, el colegio PuenteMaipo, y más tarde, con el colegio Trigales del Maipo de niñas. La bendición de una segunda etapa fue una oportunidad para dar gracias a Dios y a quienes han hecho posible ofrecer educación católica de calidad en uno de los sectores más vulnerables de Santiago.

– “Soy Benjamín de primero básico y le doy la bienvenida a PuenteMaipo”, decía uno de los niños al recibir a quienes llegaban a la bendición e inauguración de la segunda etapa de los colegios PuenteMaipo y Trigales.

Orgullosos de su colegio, con sus uniformes impecables, decenas de alumnos de distintas edades esperaban a las visitas que vendrían a conocer su colegio y les guiaban al lugar donde se realizaría la ceremonia que estuvo marcada por los agradecimientos hacia quienes hacen posible estos colegios.

Al centro, Miguel Arce, director del Colegio PuenteMaipo, junto a María Luisa Vial de Claro y a uno de los alumnos encargados de recibir y acompañar a los invitados a la bendición de la segunda etapa de su colegio.
Al centro, Miguel Arce, director del Colegio PuenteMaipo, junto a María Luisa Vial de Claro y a uno de los alumnos encargados de recibir y acompañar a los invitados a la bendición de la segunda etapa de su colegio.

Durante la inauguración, el presidente de la Fundación Nocedal, Max Lemaitre, dijo que “hoy es un día de acción de gracias para todos los que formamos parte de la comunidad de los colegios PuenteMaipo y Trigales del Maipo. Damos gracias, en primer lugar, a Dios, quien ha querido estos colegios y ha movido los corazones de quienes los han hecho posibles”.

En la misma línea y muy agradecida Daihan Rodríguez, apoderada de Trigales y PuenteMaipo, contó que “estos son colegios de muy buena calidad, con docentes de excelencia, quienes otorgan no solo educación, sino valores, enseñando con mucho cariño a través de actividades lúdicas y recreativas. Destaco la necesidad de colegios de este nivel en lugares como Bajos de Mena, que nos entregan una oportunidad como familia para la educación de nuestros hijos. ¡Atesoramos nuestros establecimientos!”, reforzó Daihan, durante la ceremonia.

Las vigas claras muestran la reciente construcción de la segunda etapa del Colegio PuenteMaipo, que empezó el año 2014 con 82 alumnos de 1º y 2º básico, un edificio de aulas y comedor. Actualmente asisten 776 alumnos entre Prekinder y II medio y cuenta con dos edificios de aulas, y otros para biblioteca, laboratorios, programación, salas de atención para padres, auditorio, canchas, entre otros.
Las vigas claras muestran la reciente construcción de la segunda etapa del Colegio PuenteMaipo, que empezó el año 2014 con 82 alumnos de 1º y 2º básico, un edificio de aulas y comedor. Actualmente asisten 776 alumnos entre Prekinder y II medio y cuenta con dos edificios de aulas, y otros para biblioteca, laboratorios, programación, salas de atención para padres, auditorio, canchas, entre otros.

Los colegios Trigales y PuenteMaipo benefician –actualmente– a 1.069 alumnos, y se proyectan como establecimientos técnico profesionales con la especialidad de programación.

Bendición de la segunda etapa del Colegio Trigales. La ceremonia fue realizada por el vicario del Opus Dei en Chile, padre Álvaro Palacios, junto al capellán del colegio, padre Javier Sarrato.
Bendición de la segunda etapa del Colegio Trigales. La ceremonia fue realizada por el vicario del Opus Dei en Chile, padre Álvaro Palacios, junto al capellán del colegio, padre Javier Sarrato.

Expandir los sueños de los niños y sus familias

Los directores de PuenteMaipo y Trigales también se sumaron a los agradecimientos y, en sus palabras, hicieron un recorrido por lo que han significado estos colegios y cómo, con cariño y perseverancia, se han instalado en el corazón de las familias de Bajos de Mena, comuna de Puente Alto.

“En estos años de crecimiento lo más importante ha sido el crecimiento de nuestros alumnos y sus familias. Son cientos las historias de padres que –a pesar de que en muchos casos no terminaron Educación Básica– han asumido con plena responsabilidad su tarea de ‘primeros educadores’. Con su apoyo diario en el trabajo escolar y en la formación de virtudes, han sido pilares para el crecimiento académico y humano de sus hijos”, dijo, durante la ceremonia, Miguel Arce, director del colegio PuenteMaipo. Señaló que “la mejora clara y constante –a pesar de las duras realidades que debieron afrontar en pandemia– se notan ya como frutos que comienzan a madurar en los mayores y que en los más chicos son anuncios de lo lejos que podrán llegar”.

Asimismo, Andrea Gumucio, directora del colegio femenino Trigales del Maipo dijo que “agradecemos a todas las personas que con enorme generosidad y cariño hacen posible nuestros colegios. Gracias a ellos podemos trabajar para expandir los sueños de tantos niños como sus familias. Dando un espacio seguro, positivo y amable, donde cada uno de ellos puede desarrollar al máximo sus capacidades, logrando un desarrollo integral para que logre la felicidad”.

Algunos momentos retratados ese día

Durante el recorrido por los colegios, varias fueron las sorpresas preparadas para los asistentes. Los alumnos y alumnas agradecieron a los donantes con bailes, un concierto de música instrumental de ensamble sinfónico, regalos, muestras del estudio de la robótica que realizan y muchas muestras de cariño y afecto por la posibilidad de contar con colegios como estos en una zona vulnerable del sector sur de Santiago.

Alumnos del Colegio PuenteMaipo ofrecieron un concierto de música instrumental de ensamble sinfónico.
Alumnos del Colegio PuenteMaipo ofrecieron un concierto de música instrumental de ensamble sinfónico.
Alumnas del Colegio Trigales junto a M. Luisa Vial de Claro.
Alumnas del Colegio Trigales junto a M. Luisa Vial de Claro.
Alumno del Colegio PuenteMaipo y Constanza Said de Álvarez.
Alumno del Colegio PuenteMaipo y Constanza Said de Álvarez.
Profesores explican lo que se realiza en la sala de robótica.
Profesores explican lo que se realiza en la sala de robótica.

Los cambios más profundos

Así describe Miguel Arce, director del Colegio PuenteMaipo los cambios que ha visto desde que empezaron estos colegios de la Fundación Nocedal en la comuna de Puente Alto:

“En Bajos de Mena, –sitio eriazo, semi-basurero y lugar peligroso– destacan estos edificios de buena calidad y jardines que dignifican y embellecen el sector. Pero el cambio más importante ha sido, sin duda, lo ocurrido en la intimidad de las inteligencias, anhelos y esperanzas de nuestras centenas de alumnos y sus familias. Son cambios reales que nos permiten mirar con optimismo los años que vienen. Estamos convencidos de que si hay trabajo serio, exigencia amable, apoyo de los padres y una mirada que considere la tarea del Colegio no como un sitio de mera instrucción, sino que lugar de formación humana y trascedente, no se requieren de generaciones para el salto de calidad que deseamos para nuestras educación escolar, ¡es posible ahora!”