¿Quieres de verdad ser santo? -Cumple el pequeño deber de cada momento: haz lo que debes y está en lo que haces. (Camino, 815)
La santidad "grande" está en cumplir los "deberes pequeños" de cada instante. (Camino, 817)
Me dices: cuando se presente la ocasión de hacer algo grande... ¡entonces! -¿Entonces? ¿Pretendes hacerme creer, y creer tú seriamente, que podrás vencer en la Olimpiada sobrenatural, sin la diaria preparación, sin entrenamiento? (Camino, 822)
¿Has visto cómo levantaron aquel edificio de grandeza imponente? -Un ladrillo, y otro. Miles. Pero, uno a uno. -Y sacos de cemento, uno a uno. Y sillares, que suponen poco, ante la mole del conjunto. -Y trozos de hierro. -Y obreros que trabajan, día a día, las mismas horas... ¿Viste cómo alzaron aquel edificio de grandeza imponente?... -¡A fuerza de cosas pequeñas! (Camino, 823)
¿No has visto en qué "pequeñeces" está el amor humano? -Pues también en "pequeñeces" está el Amor divino. (Camino, 824)