Paz, buen humor y sentido sobrenatural ante la cercanía de la muerte
Don José María Hernández Garnica recibió la noticia de su grave enfermedad con gran entereza y visión sobrenatural. A pesar de los fuertes dolores, no perdía la serenidad y el buen humor.
Un hijo cabal del beato Álvaro del Portillo
“Estoy seguro: ¡Toni es un santo!”. Repetidas veces se refirió el beato Álvaro del Portillo a Toni, con estas o parecidas palabras, cuando él ya estaba cercano a la muerte.
Mi familia me ayuda en todo
Xavi tiene 19 años y es el más pequeño de una familia de nueve hermanos. Cuando tenía tres años fue diagnosticado de una distrofia muscular degenerativa y, desde entonces, sus capacidades físicas han ido mermando.
Caricias de Dios
Palabras del beato Álvaro del Portillo sobre el dolor y la enfermedad, pronunciadas durante un viaje pastoral a Australia.
La familia O’Bar: la felicidad en medio del dolor
Vince escuchó hablar por primera vez de la espiritualidad de san Josemaría, cuando una amigo del gimnasio le invitó a un retiro espiritual. Él y su mujer estaban pasando un momento de sufrimiento, por la enfermedad de uno de sus hijos.
“Me encantaría que a través de mi enfermedad la gente se acercara a Dios”
Jorge, estudiante valenciano de Magisterio y Pedagogía, tiene 19 años y está aquejado de leucemia linfoblástica. Recientemente fue entrevistado por la revista Paraula.
El beato Álvaro y Dora del Hoyo
Tras el fallecimiento de San Josemaría en 1975, el beato Álvaro del Portillo le sucedió al frente del Opus Dei. A partir de ese momento, "don Álvaro" además de hermano mayor, fue un padre para Dora y todos los miembros del Opus Dei. Relatamos a continuación algunos detalles de los cuidados que tuvo cuando Dora estuvo enferma.
Sóphie y Cedric
Sóphie es cooperadora del Opus Dei en Francia. Se casó a los 25 años. En este vídeo cuenta cómo afrontó el devastador accidente de su marido a los pocos meses de casarse, con la luz y la fuerza que encontró en los escritos de san Josemaría.
Juan Pablo II y la enfermedad
Álvaro del Portillo recuerda la estancia de Juan Pablo II en el hospital, tras el atentado que sufrió en 1981, y afirma que la enfermedad es una caricia de Dios.
Vida interior
Mons. Álvaro del Portillo explica a una joven española, sorda de nacimiento, que la enfermedad es ocasión de crecer en vida interior.