El alma baila: cansancio y descanso (II)
Sentido común, buen humor y apertura a los demás: con esta clave se abordan, en esta segunda parte, algunos aspectos del descanso, tan necesario en nuestra vida como el trabajo.
'Sine sole sileo': cansancio y descanso (I)
En este editorial, en dos entregas, se abordan algunas cuestiones en torno a la fatiga y el descanso, que forman parte de nuestra vida de hijos de Dios.
Ejemplos de fe (VIII): Marta y María
La fe es abrir las puertas a Cristo, hospedarle en la propia casa, compartir la mesa con él, dejar que entre hasta lo más íntimo del alma. Así lo hizo la familia de Betania compuesta por Marta, María y Lázaro, de quienes se habla en este editorial.
El tiempo de una presencia (X): La música que viene de Dios, canto y música en la liturgia
La música ha tenido siempre un lugar central en la liturgia cristiana. Como el silencio, es un lenguaje que necesitamos para entrar en sintonía con la belleza de Dios, para descubrir su presencia. Caen las prisas, caen los cálculos, como siempre que se trata de amor: cantamos porque queremos tener tiempo para Dios.
La ternura de Dios (VIII): María, Madre de la misericordia
En el Magnificat, Santa María canta la misericordia, el amor alegre de Dios que viene a devolver la felicidad a un mundo entristecido. Ella es la primera Hija de la misericordia de Dios; y a la vez que Hija, es Madre del Dios de misericordia: por eso la llamamos Mater misericordiæ.
El tiempo de una presencia (IX): «Me llamarán bienaventurada», santa María en el año litúrgico
Santa María, Madre de Dios: el año inicia con la fiesta que indica el lugar especial de la Virgen en el misterio cristiano. A lo largo del año, la Iglesia recuerda a sus hijos la presencia maternal y discreta de María: junto a San José, Ella peregrina con nosotros a través de la historia.
¿Qué leer? (II): Quedarse con lo mejor
Segunda parte del editorial sobre el reto de leer. El diálogo con los libros y con los otros lectores potencia la experiencia de la lectura: descubre horizontes, ahorra desencantos, y optimiza nuestro tiempo para leer, que siempre es poco.
La ternura de Dios (VII): Devuélveme la alegría de tu salvación
Para poder dar misericordia, necesitamos recibirla de Dios: mostrarle nuestras heridas, dejarnos curar, dejarnos querer. En un mundo «a menudo duro con el pecador e indulgente con el pecado», el salmo miserere –ten misericordia de mí– es la gran oración del perdón que libera el alma, que nos devuelve la alegría de estar en la casa del Padre.
¿Qué leer? (I): Nuestro mapa del mundo
Leer, como escuchar, es un valor esencial para ensanchar nuestro horizonte, de por sí limitado; para madurar nuestras perspectivas; para comprender la complejidad y, a la vez, la simplicidad de lo real. Leer para crecer, sin ahogarse en la marea de los libros: se aborda este reto en un editorial, en dos entregas.
La ternura de Dios (VI): Una serena atención: las obras de misericordia espirituales
Las obras de misericordia espirituales atienden al hambre y a la sed, a la desnudez y al desamparo, a la enfermedad y a la cautividad que experimenta, en tantas formas diversas, el corazón humano.