Vídeo de los nuevos 20 sacerdotes «transformados por el don de Dios»

Roma, 24 de mayo de 2025. El cardenal inglés Arthur Roche, Prefecto del Dicasterio para el culto divino y la disciplina de los sacramentos, confirió la ordenación sacerdotal a 20 diáconos de la prelatura del Opus Dei, procedentes de 11 países. La ordenación tuvo lugar en la basílica de San Eugenio, en Roma, en la que familiares y amigos de los nuevos sacerdotes los acompañaron con la oración y el afecto.

Ordenaciones presbiterales del Opus Dei (2025)

En su homilía, el cardenal Roche recordó que «la Iglesia os llama ahora a ser sacerdotes para servir al pueblo santo de Dios». Y añadió: «descubrid y desarrollad cada día la grandeza de este tesoro que Él os da para cuidar de su pueblo dondequiera que se encuentre vuestra misión de presbíteros».

El purpurado inglés subrayó, dirigiéndose a los ordenandos: «cada día será para vosotros momento de un nuevo descubrimiento y una oportunidad, en palabras de San Pedro, de dar testimonio de todo lo que Jesús hizo en el campo y en la ciudad, entre todos los que encuentren para dar testimonio».

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También aconsejó a los nuevos sacerdotes: «Ejerced con alegría y caridad sincera la obra sacerdotal de Cristo, con el único propósito de agradar a Dios y no a vosotros mismos».

El cardenal concluyó expresando el deseo de que, «participando en la misión de Cristo, en comunión filial con vuestro Prelado y con los obispos locales, empeñaos en unir a los fieles en una única familia, para conducirles a Dios Padre».

Mons. Fernando Ocáriz: «muy unidos a Leon XIV, recemos por el don de la paz»

Al final de la ceremonia, el prelado del Opus Dei, monseñor Fernando Ocáriz, expresó su agradecimiento al cardenal Roche y el afecto a los nuevos sacerdotes y a sus familias. Dirigiéndose a los padres de los nuevos presbíteros, recordó «la gran alegría de las ordenaciones» y llamó a la unidad con el papa León XIV, rezando mucho por el don de la paz.


Los nuevos veinte prebíteros proceden de 11 países y son:

  • Vincenzo Affinita (Italia)
  • Stefano Baravelli (Italia)
  • John Robert Bickford (Estados Unidos)
  • Daniel Callejo Goena (España)
  • Ramón Díaz Perfecto (Hungría)
  • Arturo Escamilla Contreras (Australia)
  • Santiago Fabregat Trueba (México)
  • Ramón Fernández Aparicio (España)
  • Luis García-Menacho Ariz (España)
  • José María López-Barajas (Austria)
  • Jose Miguel Marasigan (Filipinas)
  • Robert Alvin Marsland (Estados Unidos)
  • Ezequiel Mercau (Irlanda)
  • Álvaro Orejana Martín (España)
  • Pedro Perkins (Argentina)
  • Santiago Populín Such (Argentina)
  • Enrique Sañoso Vela (España)
  • Antonio Santos García (España)
  • Gonzalo Silió Pardo (España)
  • Cristóbal Vargas Balcells (Chile)

Algunas historias de los futuros sacerdotes del Opus Dei

Tras terminar el bachillerato en México, Arthur Escamilla cruzó el océano para vivir en Australia. Durante más de una década dirigió Warrane College, una residencia universitaria en Sídney, donde acompañó a cientos de jóvenes. «Con la gracia de Dios, dentro de unos días podré hacer a Cristo presente en la Misa y en el sacramento de la penitencia para las futuras generaciones de jóvenes», comenta ilusionado.

Vincenzo Affinita nació en Roma en 1996. Mientras termina su doctorado sobre Dante Alighieri y la Divina comedia, se prepara para esta nueva etapa de su vida. «A medida que se acerca la ordenación, crecen en mí la gratitud y busco ponerlo todo en las manos de Dios». Además de la filosofía, cultiva intereses tan variados como las artes marciales, el ajedrez y la música irlandesa.

También es italiano Stefano Baravelli, que ha vivido en varias ciudades del país —Milán, Verona, Roma y Bari— y durante años ha trabajado en una asociación del ámbito comercial. Mirando hacia atrás, comenta: «He tenido la suerte de conocer a muchos sacerdotes ejemplares que han sabido dedicar su vida al servicio de Dios y de los hombres. Me gustaría ser como ellos ahora que Dios me pide que sea un instrumento para acercar a muchas personas a la fe».

Desde Rosario (Argentina) hasta Dublín (Irlanda), Ezequiel Mercau ha vivido un recorrido singular: profesor universitario, especialista en el conflicto de las Malvinas y actualmente investiga la historia del catolicismo en la Irlanda del siglo XX. En su vida ha visto que «mucha gente se siente alejada de Dios, pero también que muchos sufren y arrastran heridas, que sólo Dios puede sanar plenamente con su misericordia, perdón y amor de Padre».

Ingeniero y contrabajista, Enrique Sañoso ha vivido en ciudades tan distintas como Barcelona, Roma, Madrid o su natal Campo de Criptana. «Durante mi vida el Señor me ha concedido la suerte de respirar multitud de ambientes y sensibilidades. Quizás por ello veo la necesidad de que los sacerdotes de hoy sepamos encarnar el corazón y sentimientos de Cristo en cada palmo de realidad contemporánea». Con una sonrisa añade: «Todo un desafío por el que pido oraciones».

Físico de formación, Robert Marsland conoció el Opus Dei mientras estudiaba en Princeton University (New Jersey). Más tarde obtuvo su doctorado en MIT. De esos años recuerda: «ayudaba a mis colegas a descubrir a Dios a través del estudio riguroso de la creación, ahora procuraré seguir con esa tarea, pero desde un ámbito diverso, desde la Palabra de Dios».

José María López-Barajas es periodista y ha vivido más de tres décadas en Austria. Desde allí, también ha impulsado la labor del Opus Dei en varios países de Europa del Este como Polonia, Chequia, Eslovaquia, Hungría, Rumania, Croacia y Eslovenia. A sus 58 años, se prepara con alegría para el sacerdocio: «Muchos de mis amigos van pensando en la jubilación y el Señor me da la oportunidad de empezar una nueva aventura, sirviendo como sacerdote: ¡es un honor y una gran responsabilidad!».

John Robert Bickford, médico guatemalteco, se especializó en urgencias pediátricas en Houston, donde trabajó durante veinte años. También promovió un programa de liderazgo juvenil para adolescentes en Nueva York. En 2021, la providencia le abrió un camino inesperado: el sacerdocio. «A través del ejemplo de los niños que atendía, san Josemaría me ha enseñado a vivir como uno de ellos, como un hijo pequeño de Dios», explica. «Como pediatra, tuve el privilegio de curar a muchos de ellos; ahora, como sacerdote, me ilusiona ser un instrumento para ayudar a curar a tantas personas, también jóvenes y adultos».

Santiago Populín Such, originario de Mendoza, agradece a Dios «la familia en la que me hizo nacer, en la cual aprendí a quererlo y a esforzarme por ayudar a los demás». Santiago estudió la licenciatura en Enología y comenzó su vida profesional entre viñedos y bodegas, hasta que decidió dar un giro y dedicarse a la educación. Ahora mismo, se encuentra terminando su doctorado en Teología en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, sobre el noviazgo cristiano como camino hacia la madurez personal. «Como sacerdote, además de servir a las demás personas de la Obra para que ellos sean fermento de luz y de renovación cristiana en medio del mundo, me entusiasma la idea de poder ayudar a los jóvenes a prepararse para el matrimonio y la vida familiar. Un trabajo fundamental para lograr el bien de la sociedad desde el desarrollo orgánico de la persona y la misma familia», comenta con ilusión.

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