Opus Dei

Reflexión para meditar el viernes de la decimonovena semana del Tiempo ordinario. Los temas propuestos son: el matrimonio, imagen del amor divino; el celibato, llamada a transmitir vida sobrenatural; amar sin afán de poseer.

Reflexión para meditar la fiesta de la Asunción de la Virgen María. Los temas propuestos son: como María, el cielo es nuestro destino; el camino que subió la Virgen; cercanía en la normalidad.

Reflexión para meditar el miércoles de la decimonovena semana del Tiempo ordinario. Los temas propuestos son: Dios puso en práctica la corrección fraterna; una prueba de cariño y de confianza; paz y prudencia.

Reflexión para meditar el lunes de la decimonovena semana del Tiempo ordinario. Los temas propuestos son: los apóstoles no entienden a Jesús; la tristeza nos esconde las alegrías de la vida; sencillez para conquistar al Señor.

Reflexión para meditar el domingo de la decimonovena semana del Tiempo ordinario. Los temas propuestos son: cuando caminamos en el desierto; Jesús nos ofrece un alimento único; la Eucaristía, locura de Amor.

Reflexión para meditar el domingo de la decimoctava semana del Tiempo ordinario. Los temas propuestos son: la Eucaristía sacia nuestra hambre de Dios; alimento que nos asemeja a Jesús; descubrir los gestos de la liturgia.

Reflexión para meditar el viernes de la decimoséptima semana del Tiempo ordinario. Los temas propuestos son: una dimensión insospechada de la vida cotidiana; la normalidad de los santos; fe en lo ordinario.

Reflexión para meditar el domingo de la decimoséptima semana del Tiempo Ordinario. Los temas propuestos son: Jesús toma la iniciativa; la historia de lo imposible; conservar la foto del milagro.

Reflexión para meditar el sábado de la decimosexta semana de tiempo ordinario. Los temas propuestos son: no extrañarse ante la presencia de cizaña; contar con la luz del Señor; saber mirar con paciencia.

Reflexión para meditar el miércoles de la decimosexta semana de tiempo ordinario. Los temas propuestos son: Dios se fija en la sencillez; el gusto de ser manantial; ser sacerdote, rey y profeta.