"A esperanza de África non é a súa riqueza senón os africanos"

A experta en Cooperación internacional, Linda Corbi, visitou Galicia para impartir unha conferencia e dar a coñecer os Programas que leva a cabo a Asociación Harambee Africa International.

Oro, diamantes, cobre, uranio, petróleo... Es la riqueza del continente africano de donde sale el 15% de la producción minera mundial. Pero “la esperanza de África no es su riqueza sino los africanos”. Esto aseguraba Rosalinda Corbi, durante una de sus intervenciones en Galicia.

Con motivo de la beatificación de Álvaro del Portillo, inspirador e impulsor de este proyecto, lo objetivos que desde Harambee se han fijado para este año pasan por aumentar más las iniciativas destinadas a profesionales africanos que luego se queden en su país. Como es el caso de Leon Tshilolo, un médico congoleño formado en Europa que empezó a trabajar en Bélgica antes de regresar a su país. “En Bruselas eraunmédico pero en Congo eselmédico”, relataba Rosalinda.

Este médico ahora es el Director de Monkole(iniciativa del Programa Harambee). Monkole es un centro hospitalario situado en el Congo, que dispone de tres ambulatorios en el área periférica de Kinshasa de los que se beneficiarán 10.000 niños, 35.000 pacientes y 2.000 mujeres en consultas prenatales, además de conceder 150 becas de estudio para enfermeras.

La asistencia sanitaria también es el objetivo de otro de los proyectos: el pabellón materno-infantil en el Níger Hospitalde Nigeria. La realización de cada uno de estos proyectos supone un coste de 500.000 euros.

Álvaro del Portillo, primer sucesor del fundador del Opus Dei, San Josemaría Escrivá, aludía en 1989, durante una visita a Nairobi, a Harambee, la palabra de lengua Swahili que significa “todos a una”: “Sé que usáis la expresión Harambee para tantas cosas: poner en marcha una escuela, construir una iglesia, para muchas finalidades materiales, y que algunos contribuyen con dinero, otros con ladrillos, cada uno lo que tiene. Nosotros contribuiremos con nuestro esfuerzo, con nuestra oración, con el trabajo bien hecho. Todos pueden contribuir, sean ricos o sean pobres: quizá es más rico delante de Dios quien hace su trabajo con más amor de Dios”.

CON MOTIVO DE LA BEATIFICACIÓN DE ÁLVARO DEL PORTILLO, INSPIRADOR E IMPULSOR DE ESTE PROYECTO, LO OBJETIVOS QUE DESDE HARAMBEE SE HAN FIJADO PARA ESTE AÑO PASAN POR AUMENTAR MÁS LAS INICIATIVAS DESTINADAS A PROFESIONALES AFRICANOS QUE LUEGO SE QUEDEN EN SU PAÍS.

Como enfatizaba de manera enérgica la Dra. Corbi, se trata de “ayudar a las personas al mismo nivel, no les vamos a decir lo que tienen que hacer. La solución está en el país mismo, en la gente que está allí, además el trabajo bien hecho, la amistad y la comunicación de lo positivo son los pilares de la ayuda que les prestamos”.

Linda Corbi destacaba también la eficacia de las pequeñas ayudas. Así, relató como la formación de un maestro, que había costado unos cien euros, había dado unos resultados asombrosos. Ocurrió en Kenia hace unos años y dentro de un plan de formación de profesores en un país con tres millones de niños y donde “los colegios no están preparados”. Dicho profesor “descubrió la importancia de los padres”, a los que implicó en la mejora de las instalaciones materiales del colegio, descubrió “la importancia de la tutoría, que no eran 80 personas a las que les decía cosas sino que tenía que hablar con cada una”, y así pudo ayudar a escolares como una niña que había sido obligada a casarse con un adulto, y descubrió la importancia de “su papel dentro de aquella sociedad, le abrió unas perspectivas distintas y cambió su entorno”. Por ello, concluía, “la eficacia no está en la cantidad sino en cómo se utiliza la ayuda y en cómo se da” y reiteraba que “La solución está en la educación”.

Otro de los proyectos de Harambee para este año, Ilomba Centre, se desarrollará en Costa de Marfil, para erradicar la malnutrición en el área de Bingerville, que afecta sobre todo a mujeres y niños. Los beneficiarios directos serán 5.500 con un impacto inmediato sobre 14.000 personas de la zona en un país, recordó Rosa Linda, muy afectado por los conflictos bélicos.

Concluía Rosalinda afirmando que “África está cambiando, como la piel del leopardo por manchas” de actuaciones positivas. Y volvió a la cuestión de fondo: “Es necesario llegar con la educación” y prueba de ello es que en países en los que se ha hecho esto desde hace años como es Kenia “podrían empezar a tener mandos intermedios bien formados”.