La manta a la cabeza
A pesar de todo, las crisis suelen dar lugar a una oleada de solidaridad que saca lo mejor de las personas. También de los más jóvenes. Esos que no tienen trabajo fijo, ni tampoco un expertise que, a priori, pueda ayudar a salvar el mundo. Sin embargo, algunos de ellos han decidido liarse la manta a la cabeza y, entre clase y clase online, poner en marcha estas iniciativas.
«Entro cada día en Ifema como a una catedral»
Cuando el coronavirus aterrizó en España, Madrid se convirtió en la Lombardía española, con miles de infectados y fallecidos. Las calles se quedaron vacías, los hospitales se desbordaron y el recinto ferial de Ifema se transformó en un hospital de campaña. La Archidiócesis madrileña quiso que allí no faltasen sacerdotes. Uno de los que acudió fue Juan Jolín, sacerdote del Opus Dei y médico.
¡Ay, qué paciencia…!
La vida está llena de pequeños momentos. Y normalmente los pasamos en el trabajo, en la calle, de mil maneras. Ahora, con la casa a cuestas y la familia dentro, la paciencia adquiere una dimensión propia, continua. El papa Francisco, en numerosas audiencias y escritos, nos ha dejado una buena colección de ideas sobre esta pequeña pero necesaria virtud.