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Mis padres me enseñaron a vivir con alegría

Infancia y juventud de Dora del Hoyo. Dora nació el 11 de enero de 1914 en el seno de una familia cristiana, campesina y de condición humilde, en Boca de Huérgano (León).

Favores

Trabajar bien, trabajar por amor (XIII): Prestigio profesional

El prestigio del que un cristiano goza en el propio trabajo puede ser un medio que atraiga a muchas personas a la fe. Ofrecemos un editorial sobre este valor del trabajo.

Trabajar con amor

"Si miramos nuestra vida con humildad, distinguiremos claramente que el Señor nos ha concedido, además de la gracia de la fe, talentos, cualidades. Ninguno de nosotros es un ejemplar repetido: Nuestro Padre nos ha creado uno a uno, repartiendo entre sus hijos un número diverso de bienes. Hemos de poner esos talentos, esas cualidades, al servicio de todos: utilizar esos dones de Dios como instrumentos para ayudar a descubrir a Cristo".

El trabajo y la gente del Opus Dei

La vocación al Opus Dei no cambia ni modifica en ningún modo la condición, el estado de vida, de quien la recibe. Y como la condición humana es el trabajo, la vocación sobrenatural a la santidad y al apostolado.

Trabajar bien, trabajar por amor (XII): Santificación del trabajo y cristianización de la sociedad

Este editorial sobre el trabajo desarrolla el mensaje principal de san Josemaría: que la propia tarea bien hecha y ofrecida al Señor es medio para acercarse a Dios y cristianizar la sociedad.

Conciliar familia y trabajo

El remedio —costoso como todo lo que vale— está en buscar el verdadero centro de la vida humana, lo que puede dar una jerarquía, un orden y un sentido a todo.

Cristo en la cumbre de las actividades humanas

A esto hemos sido llamados los cristianos, ésa es nuestra tarea apostólica y el afán que nos debe comer el alma: lograr que sea realidad el reino de Cristo, que no haya más odios ni más crueldades, que extendamos en la tierra el bálsamo fuerte y pacífico del amor.

Trabajar bien, trabajar por amor (XI): Unidad de vida en la profesión

Para poder ofrecer el propio trabajo a Dios, hay que realizarlo bien: con buena intención, con criterio recto y una conducta exterior que manifieste esos deseos interiores. Nuevo editorial sobre el trabajo.

Ser contemplativos en medio del mundo

Persuadíos de que no resulta difícil convertir el trabajo en un diálogo de oración. Nada más ofrecérselo y poner manos a la obra, Dios ya escucha, ya alienta.

Santificación del trabajo

Amamos ese trabajo humano que El abrazó como condición de vida, cultivó y santificó. Vemos en el trabajo un signo del amor de Dios a sus criaturas y del amor de los hombres entre sí y a Dios: un medio de perfección, un camino de santidad.