“Formando una sinfonía"
Anaca, de España, comparte cómo busca que cada persona se sienta en familia. Como numeraria auxiliar, su vocación la inspira a cuidar a los demás, unirlos y ayudarles a encontrar alegría y felicidad juntos.
"No quiero vivir como si Dios no existiera"
Helena, de Estados Unidos, comparte cómo pasó de vivir su fe de manera externa a descubrir una relación personal con Dios. Poco a poco, su camino la llevó a ver con claridad su vocación como supernumeraria y a encontrar en ella alegría y paz.
"Mi abuelo me marcó sin conocerlo"
Santi, agregado del Opus Dei, cuenta cómo en una misa con su familia sintió la llamada de Dios. Una decisión que cambió su vida, sin sacarlo de su sitio.
He experimentado muchos milagros en mi vida
Mariam nació en Bagdad pero vive en los Países Bajos. Ha vivido situaciones extremas que la llevaron a percibir la intervención de Dios en su vida y a descubrir su vocación.
Camino al cielo con Carlo: estar siempre unidos a Jesús
No basta con creer. Carlo nos muestra cómo vivir "enchufados" al corazón de Jesús cada día.
Camino al cielo con Carlo: Dios no hace copias
En un mundo de filtros y moldes, Carlo nos recuerda que tu mayor tesoro es ser quien Dios soñó que fueras.
Camino al cielo con Carlo: autopista al cielo (y sin peajes)
La Eucaristía no era un plan extra para Carlo, era su motor. Esa cita diaria con Jesús era su brújula segura, la única ruta que no falla. Descubre por qué la misa era su "autopista al cielo".
Camino al cielo con Carlo: somos bellos a los ojos de Dios
La belleza que Dios ve en ti no está en filtros ni likes. Está en cómo amas. Carlo lo vivió en lo concreto, y ahí encontró su verdadera hermosura. "Lo que verdaderamente nos hará hermosos a los ojos de Dios será sólo la forma en que lo hemos amado y cómo hemos amado a nuestros hermanos", decía este futuro santo.
Camino al cielo con Carlo: el rosario es la escalera más corta para subir al cielo
Carlo veía el rezo del Santo Rosario como un encuentro. Cada Avemaría era una rosa viva ofrecida a María, su confidente y guía. Con constancia sencilla, descubrió que rezar así transformaba su mirada, le daba paz y lo acercaba a Jesús.
Hacia lo alto con Pier: Jesús está conmigo. No tengo nada que temer
Para Pier Giorgio Frassati Jesús no era un recuerdo del pasado, sino un amigo vivo y cercano que daba sentido a cada decisión. La vocación no es una carga ni una renuncia, sino caminar cada día con Él, dejando que su presencia transforme lo pequeño.






