Muy humanos, muy divinos (XVII): La delicada fuerza de la confianza
La confianza descubre las potencialidades que se esconden en el interior de cada uno. Nos hace crecer de modo natural, armonioso. Nos hace capaces de más.
Muy humanos, muy divinos (XVI): La obediencia, apertura del corazón
Permanecer abiertos a la voz de Dios nos ensancha el corazón; nos permite estar, como Jesús, en las cosas de nuestro Padre.
Muy humanos, muy divinos (XV): Sencillez, para ver claro el camino
Sabernos mirados por Dios y vivir en el presente: dos actitudes para hacer que nuestra vida sea más sencilla.
Muy humanos, muy divinos (XIV): Para dar luz, palabras verdaderas
Jesús y los primeros discípulos demostraron un gran amor a la verdad, con la seguridad de quien transmite una noticia que llena la vida de alegría.
Muy humanos, muy divinos (XIII): Con todo el corazón
La virtud de la castidad tiene que ver con nuestra capacidad de percibir, aspirar y gozar con lo que llena el corazón humano; nos permite descubrir a Dios en todo.
Muy humanos, muy divinos (XII): Lo que verdaderamente cuenta
El desafío de ser pobre de espíritu viviendo en medio del mundo.
Muy humanos, muy divinos (XI): Y entonces, el mundo te habla
La templanza en el deseo de conocer nos permite alcanzar el corazón de la realidad, y ser almas contemplativas en medio del mundo.
Muy humanos, muy divinos (X): Te seguiré adonde vayas
La virtud de la fortaleza nos permite seguir a Jesús sin depender de las condiciones cambiantes de nuestra vida y de nuestro entorno.
Muy humanos, muy divinos (IX): El don de mirar con Dios
Algunas virtudes que preparan para ser alma contemplativa en medio de lo ordinario.
Muy humanos, muy divinos (VIII): La batalla de nuestra formación
En este octavo artículo nos detenemos en algunas actitudes y consejos que nos disponen mejor para ser semilla fértil en nuestro lugar en el mundo.