La luz de la fe (VI): un susurro en el alma: el silencio de Dios
El silencio es a menudo el «lugar» en el que Dios nos espera: para que logremos escucharle a Él, en vez de escuchar el ruido de nuestra propia voz.
Para mí, vivir es Cristo (I): en la alegre esperanza de Cristo. La fe en el Amor de Dios
Dejarnos tocar por el amor de Dios, dejarnos mirar por Cristo: la esperanza nos abre un mundo, porque se basa en lo que Dios quiere hacer en nosotros.
Nuevos Mediterráneos. Descubrimientos que cambian el paisaje de la vida interior
Dios es nuestro Padre, Jesús es nuestro Amigo, el Espíritu Santo habita en nuestros corazones, tenemos por Madre a María... Cada una de estas realidades fue para san Josemaría «un nuevo Mediterráneo». Sus descubrimientos pueden cambiar también hoy el paisaje de nuestra vida interior. Descarga gratis el libro electrónico.
La luz de la fe (V): «Tu rostro, Señor, buscaré»: la fe en el Dios personal
La fe cristiana es una fe con Rostro, una fe que dice: no estás solo en el mundo… hay Alguien que ha querido que existas, que te ha dicho «¡vive!».
Nuevos Mediterráneos (V): «A Jesús, por María»
San Josemaría rezaba a la Virgen desde pequeño; de mayor descubrió más: se encontró en los brazos de una Madre, tan cercana como lo es el Cielo.
Nuevos Mediterráneos (IV): «No hable: óigale»
San Josemaría «descubre» al Espíritu Santo a través de un sencillo consejo, que también puede iluminar nuestra vida espiritual.
Nuevos Mediterráneos (II): «Jesús es mi amigo entrañable»
San Josemaría se supo siempre acompañado por Jesús, el «Gran Amigo» que comprende nuestras preocupaciones y zozobras, porque Él «es hombre también».
La Santa Misa, centro y raíz de la vida del cristiano
Artículo de Ángel García Ibáñez publicado en Romana (enero-junio 1999).
Carta del Prelado (5 abril 2017)
Carta de Mons. Fernando Ocáriz, del 5 de abril de 2017. Ante la cercanía de la Semana Santa, el Prelado recuerda la centralidad de Jesucristo en la vida del cristiano.
Preparación de la vida pública de Jesucristo
"El año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, vino la palabra de Dios sobre Juan el hijo de Zacarías".