Camino al cielo con Carlo: estar siempre unidos a Jesús
No basta con creer. Carlo nos muestra cómo vivir "enchufados" al corazón de Jesús cada día.
Camino al cielo con Carlo: Dios no hace copias
En un mundo de filtros y moldes, Carlo nos recuerda que tu mayor tesoro es ser quien Dios soñó que fueras.
Camino al cielo con Carlo: autopista al cielo (y sin peajes)
La Eucaristía no era un plan extra para Carlo, era su motor. Esa cita diaria con Jesús era su brújula segura, la única ruta que no falla. Descubre por qué la misa era su "autopista al cielo".
Camino al cielo con Carlo: somos bellos a los ojos de Dios
La belleza que Dios ve en ti no está en filtros ni likes. Está en cómo amas. Carlo lo vivió en lo concreto, y ahí encontró su verdadera hermosura. "Lo que verdaderamente nos hará hermosos a los ojos de Dios será sólo la forma en que lo hemos amado y cómo hemos amado a nuestros hermanos", decía este futuro santo.
Hacia lo alto con Pier: Jesús está conmigo. No tengo nada que temer
Para Pier Giorgio Frassati Jesús no era un recuerdo del pasado, sino un amigo vivo y cercano que daba sentido a cada decisión. La vocación no es una carga ni una renuncia, sino caminar cada día con Él, dejando que su presencia transforme lo pequeño.
Hacia lo alto con Pier: Nuestra verdadera patria es el cielo
Para Pier Giorgio Frassati la montaña era un recordatorio de que la vida no se limita a lo material, sino que apunta al cielo. Él comprendió que lo inmediato nunca llena del todo y que debemos mirar con ojos de eternidad ya que eso da paz, sentido y libertad para vivir lo cotidiano con profundidad.
Hacia lo alto con Pier: Hace falta dar, no solo de lo que sobra
Pese a su vida acomodada, Pier Giorgio Frassati eligió entregarse a los pobres con tiempo, amistad y presencia real. Su caridad no era dar lo que sobraba, sino amar hasta que doliera, como pedía la Madre Teresa de Calcuta. Su funeral, lleno de los más humildes, fue testimonio de una vida gastada en generosidad auténtica.
Hacia lo alto con Pier: Un católico no puede evitar ser feliz; la tristeza debe estar desterrada de su alma
La alegría de Pier Giorgio Frassati no era superficial, sino fruto de una fe profunda y de su relación viva con Jesús. Esa luz interior lo sostenía en medio de las dificultades y lo hacía contagiar esperanza a quienes lo rodeaban. Su secreto: vivir agradecido, servir con amor y dejar que Cristo llenara su corazón.
Hacia lo alto con Pier: Vivir sin fe no es vivir, sino simplemente existir
Pier Giorgio entendía la fe como un faro en medio de la vida universitaria, capaz de dar esperanza y valentía incluso en la soledad. Su fe no le alejaba de la realidad, la impregnaba de sentido en cada gesto, amistad y sacrificio. Más que normas, era una mirada profunda que transformaba lo ordinario en extraordinario.
Carlo Acutis, el primer santo millennial
En un mundo en el que el interés de los jóvenes aparentemente solo abandona la pantalla del smartphone para averiguar la contraseña del wifi, resulta que sigue habiendo santos. Y santos jóvenes.









