Opus Dei

Un joven criado en el desierto, lleno de dudas sobre la existencia de Dios, se embarca en un viaje con unos sabios siguiendo una estrella. Descubre la humildad y grandeza del recién nacido Rey en Belén, encontrando un nuevo sentido de fe. La experiencia transforma su perspectiva, revelando que el mayor regalo es la cercanía y el amor genuino.

Nos caemos una y otra vez, pero contamos con un Padre que nos levanta y nos espera siempre con los brazos abiertos. Su amor nos infunde el valor de volver a empezar: ¿Re-comenzamos?

¿No sabes por dónde empezar? ¿es la primera vez que intentas rezar? Éste puede ser un buen momento, ya que Dios siempre tiene un plan, comencemos.

San Josemaría hablaba de "industrias humanas" para referirse a distintos recursos que nos pueden servir de "despertadores" en el día a día para recordar que Dios está a nuestro lado y nos espera en todo lo que hacemos. Él nos acompaña siempre.

¿Preocupado, nervioso o molesto por algo? Serenidad y optimismo, a pesar de las dificultades. Cuentas con el mejor aliado. Búscalo, vale la pena.

¿Se te agotó la batería? Éste puede ser un buen momento para darle ON a la tecla oración.

El joven pescador, junto a su amigo Andrés, sigue a Jesús tras escuchar a Juan el Bautista llamarlo "Cordero de Dios". Intrigados, pasan una tarde con Él, donde Jesús les pregunta sobre sus vidas y sueños. La experiencia transforma sus corazones, iniciando una relación que los llevará a seguirlo.

Un joven pide su herencia, la malgasta en excesos, y termina cuidando cerdos. Se da cuenta de su error y decide volver a casa. Su padre lo recibe con amor y no lo juzga. Una historia sobre el perdón y la misericordia.

Lázaro enferma y muere, dejando a sus hermanas en duelo. A pesar de llamar a Jesús, Él no llega a tiempo. Cuando finalmente Jesús llega, María lo confronta con su ausencia. Jesús llora con ellos y hace un milagro: resucita a su amigo Lázaro de entre los muertos.

María, una niña de nombre común, se siente insignificante hasta que una enfermedad la lleva a la muerte. Jesús la resucita y al llamarla por su nombre, ella comprende su valía y el propósito de su vida, iniciando una nueva relación con Dios. Este evento transforma su percepción, dándole un sentido especial a su existencia y a su nombre.