Líbano
Domingo • Lunes • Martes
Turquía
Jueves • Viernes • Sábado • Domingo
Beirut: Martes 2 de diciembre
- Ceremonia de despedida en el Aeropuerto Internacional de Beirut
- Oración silenciosa en el lugar de la explosión del puerto de Beirut
- Santa Misa en el «Beirut Waterfront»
- Llamamiento al finalizar la Santa Misa en Beirut
- Visita a los trabajadores y pacientes del hospital «De La Croix» en Jal ed Dib
Llamamiento al finalizar la Santa Misa en Beirut
Queridos hermanos y hermanas:
En estos días, con mi primer viaje apostólico, realizado durante el Año jubilar, he deseado hacerme peregrino de esperanza en Medio Oriente, implorando a Dios el don de la paz para esta amada tierra, marcada por la inestabilidad, las guerras y el dolor.
Queridos cristianos del Levante, cuando los resultados de sus esfuerzos de paz tardan en llegar, los invito a alzar la mirada al Señor que viene. Contemplémoslo con esperanza y valentía, invitando a todos a recorrer el camino de la convivencia, la fraternidad y la paz. ¡Sean constructores de paz, anunciadores de paz, testigos de paz!
Oriente Medio necesita actitudes nuevas, para rechazar la lógica de la venganza y la violencia, para superar las divisiones políticas, sociales y religiosas, para abrir capítulos nuevos bajo el signo de la reconciliación y la paz. La vía de la hostilidad mutua y de la destrucción en el horror de la guerra ha ido demasiado lejos, con los deplorables resultados que están a la vista de todos. Necesitamos cambiar de camino, necesitamos educar el corazón para la paz.
Desde esta plaza, rezo por todos los pueblos que sufren a causa de la guerra. Rezo también por Guinea-Bisáu, deseando una solución pacífica de las controversias políticas. Y no olvido a las víctimas del incendio en Hong Kong, así como a sus queridas familias.
Y ruego especialmente por el amado Líbano. Pido nuevamente a la comunidad internacional que no se escatimen esfuerzos para promover procesos de diálogo y reconciliación. Dirijo un apremiante llamamiento a cuantos están investidos de autoridad política y social, aquí y en todos los países marcados por guerras y violencia: ¡escuchen el clamor de sus pueblos que invocan la paz! Pongámonos todos al servicio de la vida, del bien común y del desarrollo integral de las personas.
Finalmente, a ustedes, cristianos del Levante, ciudadanos de estas tierras por derecho propio, les repito: ¡ánimo! Toda la Iglesia los mira con afecto y admiración. Que la Bienaventurada Virgen María, Nuestra Señora de Harissa, los proteja siempre.
Beirut: Lunes 1 de diciembre
Queridos jóvenes, permítanme finalmente entregarles la oración, simple y bellísima, atribuida a san Francisco de Asís:
“Oh, Señor, hazme un instrumento de tu paz. Donde haya odio, que lleve yo el amor. Donde haya ofensa, que lleve yo el perdón. Donde haya discordia, que lleve yo la unión. Donde haya duda, que lleve yo la fe. Donde haya error, que lleve yo la verdad. Donde haya desesperación, que lleve yo la alegría. Donde haya tinieblas, que lleve yo la luz”.
Que esta oración mantenga viva en ustedes la alegría del Evangelio, el entusiasmo cristiano. “Entusiasmo” significa “tener a Dios en el alma”.
Cuando el Señor habita en nosotros, la esperanza que Él nos da se vuelve fecunda para el mundo. Verán, la esperanza es una virtud pobre, porque se presenta con las manos vacías; son manos libres para abrir las puertas que parecen cerradas por el cansancio, el dolor y la desilusión.
El Señor estará siempre con ustedes, y estén seguros del apoyo de toda la Iglesia en los desafíos decisivos de su vida y de la historia de su amado país. Los confío a la protección de la Madre de Dios y Señora nuestra, que desde la cima de esta montaña contempla este nuevo florecer. Jóvenes libaneses, ¡crezcan vigorosos como los cedros y hagan florecer al mundo con esperanza!
¡Muchas gracias a todos! Shukran!
- Encuentro ecuménico e interreligioso en la Plaza de los Mártires de Beirut
- Encuentro en el Santuario de Nuestra Señora del Líbano
El padre Chárbel, al respecto, hablando de su experiencia de apostolado en las cárceles, dijo que precisamente allí, donde el mundo ve sólo muros y crímenes, en los ojos de los reclusos —a veces perdidos, a veces iluminados por una nueva esperanza— vemos la ternura del Padre que nunca se cansa de perdonar. Y es así: vemos el rostro de Jesús reflejado en el rostro de los que sufren y de los que cuidan las heridas que la vida ha causado. Dentro de poco realizaremos el gesto simbólico de entregar la Rosa de Oro a este Santuario. Es un gesto antiguo que, entre otros significados, tiene el de exhortarnos a ser perfume de Cristo con nuestra vida (cf. 2 Co 2,14).
Ante esta imagen, me viene a la mente el perfume que emana de las mesas libanesas, típicas por la variedad de alimentos que ofrecen y por la fuerte dimensión comunitaria de compartirlos. Es un perfume compuesto por miles de aromas, que sorprenden por su diversidad y, a veces, por su conjunto. Así es el perfume de Cristo. No es un producto costoso reservado a unos pocos que pueden permitírselo, sino el aroma que se desprende de una mesa generosa en la que hay muchos platos diferentes y de la que todos pueden servirse juntos. Que este sea el espíritu del rito que nos disponemos a celebrar y, sobre todo, el espíritu con el que cada día nos esforzamos por vivir unidos en el amor.
Hermanas y hermanos, hoy queremos confiar a la intercesión de san Chárbel las necesidades de la Iglesia, del Líbano y del mundo. Para la Iglesia pedimos comunión, unidad; empezando por las familias, pequeñas iglesias domésticas, y luego en las comunidades parroquiales y diocesanas; y también para la Iglesia universal. Comunión, unidad. Y para el mundo pedimos paz. Especialmente la imploramos para el Líbano y para todo Oriente Próximo. Pero sabemos bien —y los santos nos lo recuerdan— que no hay paz sin conversión de los corazones. Por eso, que san Chárbel nos ayude a orientarnos hacia Dios y a pedir el don de la conversión para todos nosotros.
Beirut, domingo 30 de noviembre
Discurso ante autoridades civiles y religiosas
Durante el encuentro con las autoridades en Beirut, el Papa afirmó que el Líbano es una tierra donde la paz “es un deseo y una vocación”. Subrayó la resiliencia de un pueblo capaz de levantarse incluso tras crisis profundas y llamó a recuperar una “lengua de esperanza” que permita reconstruir la confianza y el bien común.
Ante el sufrimiento acumulado en los últimos años, León XIV pidió interrogar la propia historia para descubrir la fuente de una fortaleza que “nunca ha dejado al pueblo abatido”. Enfatizó que la verdad progresa a través del encuentro entre quienes han sufrido heridas e injusticias y que la paz no puede reducirse a un equilibrio frágil, sino a la voluntad real de convivir y trabajar por un futuro compartido. En este marco, puso en valor la vitalidad del país: “El Líbano puede enorgullecerse de una sociedad civil dinámica, bien formada, rica en jóvenes capaces de expresar los sueños y las esperanzas de todo un país”.
Asimismo, animó a cristianos y musulmanes a colaborar para que ningún joven se vea obligado a emigrar, y remarcó el papel decisivo de las mujeres y de las nuevas generaciones en la renovación de la sociedad libanesa.
Al concluir sus palabras, León XIV evocó el amor del pueblo libanés por la música y la danza, signo de alegría y comunión. Explicó que esta tradición revela que la paz no es sólo fruto del esfuerzo humano, sino un don de Dios que transforma el corazón desde dentro. “Quien baila avanza con ligereza… armonizando sus pasos con los de los demás”, afirmó, para ilustrar cómo el Espíritu impulsa a escuchar y respetar al otro. Invitó así a dejar crecer ese deseo de paz que ya puede renovar la convivencia en una tierra “que Dios ama profundamente y sigue bendiciendo”.
Lee aquí el discurso completo.
Papa León XIV en Turquía
- Jueves 27: Encuentro en el Palacio Presidencial de Turquía (Ankara
- Viernes 28: Discurso en la Catedral del Espíritu Santo (Estambul
- Viernes 28: Saludo a “Las hermanitas de los Pobres” (Estambul
- Viernes 28: Encuentro ecuménico de oración (İznik)
- Sabado 29: Homilía en “Volkswagen Arena” (Estambul
- Domingo 30: Oracion en la Catedral Armenia Apostólica (Estambul)
- Domingo 30: discurso al final del rezo de la Divina Liturgia (Estambul)
Discurso al final del rezo de la Divina Liturgia en la Iglesia Patriarcal de san Jorge (Estambul, domingo 30 de noviembre)
Al terminar la Divina Liturgia —nombre de la Santa Misa en las iglesias orientales—, el Papa recordó que la fe del Credo Niceno “nos une en una comunión real” incluso después de siglos de malentendidos. Subrayó el gesto decisivo de Pablo VI y el patriarca Atenágoras, quienes hace sesenta años dejaron atrás las excomuniones de 1054, abriendo un camino de reconciliación que hoy sigue sosteniendo el diálogo y el acercamiento entre católicos y ortodoxos.
Mirando al presente, León XIV enumeró tres desafíos comunes: trabajar juntos por la paz, afrontar la crisis ecológica y promover un uso responsable y accesible de las nuevas tecnologías. Insistió en que “la paz es don de Dios” y pidió que este encuentro impulse nuevos pasos de colaboración entre las Iglesias para el bien común.
Lee aquí el discurso completo.
Resumen de la misa en el recinto 'Volkswagen Arena' (Esstambul, sábado 29)
Encuentro ecuménico de oración (İznik, viernes 28 de noviembre)
Durante la conmemoración del 1700 aniversario del Concilio de Nicea, el Papa recordó que en aquel acontecimiento se afirmó la fe en el Dios que “se hizo como nosotros para hacernos participar de la naturaleza divina”, una verdad decisiva también hoy. Señaló que Nicea defendió la unidad entre lo humano y lo divino en Cristo, fundamento que sigue orientando la vida de las Iglesias.
Subrayó que la confesión compartida —“en un solo Señor, Jesucristo… de la misma naturaleza del Padre”— ya constituye un lazo real entre los cristianos y llamó a avanzar en el diálogo, el amor recíproco y la escucha de la Palabra para superar las divisiones y ofrecer “un testimonio creíble del Evangelio” al mundo.
Ante un escenario global herido por la violencia, afirmó que existe una “hermandad universal” que ninguna frontera puede anular y rechazó el uso de la religión para justificar conflictos. Agradeció al Patriarca Bartolomé y a los líderes cristianos presentes, pidiendo que esta conmemoración genere frutos de reconciliación, unidad y paz.
Lee aquí el discurso completo.
Saludo a “Las hermanitas de los Pobres” (Estambul, viernes 28 de noviembre)
Durante su visita a la residencia de las Hermanitas de los Pobres, el Papa agradeció la acogida y destacó la fraternidad que sostiene esta misión.
Dirigiéndose a los residentes, alertó que en una sociedad dominada por la prisa y la eficiencia “se ha perdido el sentido del respeto por las personas mayores”. Reivindicó su papel insustituible, recordando que “los ancianos son la sabiduría de un pueblo, una riqueza para las familias y para toda la sociedad”. Subrayó que cuidar a los mayores exige mucha paciencia, cercanía y mucha oración, y elogió a quienes los acompañan cada día con dignidad y ternura.
Discurso del Santo Padre en la Catedral del Espíritu Santo (Estambul, viernes, 28 de noviembre)
León XIV anima a la Iglesia en Turquía a descubrir la fuerza fecunda de la pequeñez
En su primer viaje apostólico, el Papa León XIV visitó Estambul y dirigió un mensaje a la pequeña comunidad católica de Turquía, invitándola a vivir la “fuerza de la pequeñez” y a renovar la esperanza.
En la Catedral del Espíritu Santo recordó las profundas raíces cristianas de estas tierras, desde Abraham y los apóstoles hasta los Padres de la Iglesia, y destacó la importancia histórica y ecuménica del Patriarcado Ecuménico.
El Papa subrayó que, aunque minoritaria, la Iglesia en Turquía es fecunda como semilla y levadura del Reino, e invitó a sus miembros a mantener una actitud espiritual de confianza, creatividad pastoral y apertura al Espíritu.
Enfatizó tres tareas fundamentales: el diálogo ecuménico e interreligioso en un país puente entre culturas; la transmisión de la fe en un contexto donde el cristianismo es minoritario; y la atención a migrantes y refugiados, un desafío humanitario clave para la región. Pidió también una auténtica inculturación, especialmente a los misioneros, recordando que el Evangelio se comunica asumiendo la lengua y las costumbres del pueblo.
Con motivo del aniversario del Concilio de Nicea, presentó tres desafíos teológicos: redescubrir la esencia de la fe y la centralidad del Credo; reconocer plenamente la divinidad de Cristo frente a un “nuevo arrianismo” que lo reduce a un personaje admirable pero no al Dios vivo; y desarrollar la doctrina expresándola en categorías comprensibles para nuestro tiempo, siguiendo la visión de Newman.
Finalmente evocó la figura de san Juan XXIII, antiguo delegado apostólico en Turquía, como ejemplo de cercanía, humildad y alegría misionera. Concluyó animando a la comunidad a ser un pequeño rebaño valiente, sembrado como luz y levadura en medio de una sociedad plural y necesitada de esperanza.
Lee aquí el discurso completo.
Encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático (Ankara, Palacio Presidencial, jueves 27 de noviembre)
En su primer encuentro, el Papa León XIV destacó en Ankara el papel de Turquía como “puente” entre culturas, religiones y continentes, subrayando que la riqueza del país radica en su diversidad interna y en su vocación de diálogo. El Pontífice pidió promover una “cultura del encuentro” frente a la polarización global y la “globalización de la indiferencia”.
El Papa recordó la figura de san Juan XXIII —conocido como el “Papa turco”— para insistir en que los cristianos desean contribuir a la unidad del país, y advirtió sobre los riesgos de una evolución tecnológica que acentúe desigualdades si no se orienta al bien común. También defendió el valor central de la familia y reconoció la creciente aportación de las mujeres a la vida social, profesional y política del país: «es fundamental honrar la dignidad y la libertad de todos los hijos de Dios: hombres y mujeres, compatriotas y extranjeros, pobres y ricos. Todos somos hijos de Dios y esto tiene consecuencias personales, sociales y políticas».
En un contexto internacional marcado por tensiones, el Pontífice llamó a no ceder ante la lógica de la “tercera guerra mundial a pedazos” y pidió para que el país siga siendo un factor de estabilidad regional: «Hoy más que nunca se necesitan personas que favorezcan el diálogo y lo practiquen con firme voluntad y paciente tenacidad». Concluyó, reafirmando que la Santa Sede desea cooperar con todas las naciones comprometidas con la paz, el desarrollo integral y la defensa de la dignidad humana.
Lee aquí la intervención completa.
El Papa León XIV está realizando su primer viaje apostólico a Turquía y Líbano. Del jueves 27 al domingo 30 de noviembre visitará Turquía, y el lunes 1 y martes 2 de diciembre estará en Líbano. El viaje incluirá paradas en Ankara, Estambul e İznik (antigua Nicea) en Turquía, y Beirut, Annaya, Harissa y Bkerké en Líbano. El objetivo del viaje será promover el diálogo y la unidad entre los cristianos, así como el diálogo interreligioso en una región marcada por una rica historia y tensiones actuales.
El domingo 23 de noviembre, solemnidad de Cristo Rey, el Papa publicó la Carta apostólica In unitate Fidei, como preparación a su viaje a Turquía y Líbano. En este texto, León XIV llama a renovar la profesión de la fe centrada en Jesucristo, Hijo único de Dios y verdadero Dios hecho hombre para nuestra salvación. La carta recuerda la definición nicena —Cristo, «de la misma sustancia del Padre»— y subraya el valor ecuménico del Credo, base común para avanzar en la unidad de los cristianos.
En Turquía, el Papa se reunirá con autoridades, visitará el Mausoleo de Atatürk y la Mezquita Azul en Estambul. Un punto culminante será la celebración ecuménica en İznik, conmemorando los 1700 años del Concilio de Nicea, y la firma de una Declaración Conjunta con el Patriarca Bartolomé I.
En el Líbano, el Pontífice rezará en el puerto de Beirut, afectado por la explosión de 2020, visitará la tumba de San Charbel Maklūf en Annaya y se reunirá con pacientes y operadores del hospital para discapacitados mentales de Jal ed Dib. También tendrá encuentros con autoridades, clero y jóvenes, y presidirá una misa en el paseo marítimo de Beirut.
El viaje, con lemas "Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo" para Turquía y "Bienaventurados los que trabajan por la paz" para el Líbano, busca difundir un mensaje de paz y diálogo en una región marcada por conflictos.
Mientras me dispongo a realizar un viaje apostólico a Turquía, con esta carta deseo alentar en toda la Iglesia un renovado impulso en la profesión de la fe, cuya verdad, que desde hace siglos constituye el patrimonio compartido entre los cristianos, merece ser confesada y…
— Papa León XIV (@Pontifex_es) November 23, 2025
En las últimas décadas, el Líbano ha recibido dos visitas papales: Juan Pablo II en 1997 y Benedicto XVI en 2012, viajes marcados por mensajes de paz y reconciliación. Francisco, aunque expresó repetidamente su deseo de ir, no pudo. Por su parte, Turquía recibió a Pablo VI en 1967, Juan Pablo II en 1979, Benedicto XVI en 2006 y Francisco en 2014, viajes centrados en el diálogo interreligioso y la convivencia.
Ahora, ambos países se preparan para acoger al Papa León XIV, cuya visita está prevista del 27 de noviembre al 2 de diciembre de 2025.

