Llevo apenas tres semanas rezando, sin interrupción, la novena del trabajo a san Josemaría. Ya la he rezado dos veces. Mi idea es pedirle al fundador del Opus Dei que tanto mi esposa como yo logremos pronto el trabajo de nuestros sueños: un empleo que suponga mejorar la economía familiar y suavice las dificultades que pasamos a lo largo del año.
Además, mientras llega –o no–, le estoy pidiendo a san Josemaría que nos ayude a los dos a santificarnos en nuestras ocupaciones actuales, realizándolas con alegría y responsabilidad.
Empecé esta novena sabiendo que sería una oración de petición a largo plazo. Pues bien, en apenas tres semanas de novena ininterrumpida, sin pedirlo ni esperarlo, me acaban de comunicar un aumento de sueldo que se hará efectivo en mayo de 2018 y, además, con carácter retroactivo desde enero de este año…