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¿Por qué San Rafael?

En la historia bíblica, Rafael era el arcángel que acompañó al joven Tobías en una misión para restaurar el nombre de su familia y encontrar al amor de su vida. Josemaría lo veía como una guía para los jóvenes que se lanzan por su propio camino en el mundo y buscan hacer de su vida un sincero don de sí mismos, ya sea en el matrimonio, como en el caso de Tobías, o en la celibato apostólico, como el adolescente San Juan, el otro santo patrón que Josemaría propuso como protector y modelo para los jóvenes.

¿Cómo tomó forma la obra de San Rafael?

"El Sotanillo" era solo uno de sus lugares de encuentro. Otras veces se reunirían en el parque o charlarían mientras caminaban por la calle, a veces en pequeños grupos, a veces de uno a uno. El joven sacerdote intentaba ayudar a cada uno de sus amigos a encontrarse cara a cara con Cristo, a conocerlo de manera personal y práctica y a seguirlo día a día.

No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva.
Benedicto XVI, Deus Caritas Est, n. 1

Estas conversaciones de acompañamiento espiritual fueron clave para ayudar a cada persona a desarrollar una vida de oración, discernir el papel de la gracia en su alma y a tener grandes ideales -como el mensaje de transformar el mundo desde dentro con Cristo-.

También les daba mucho ánimo, ya que nuestros buenos deseos a menudo quedan solo en eso, deseos, al encontrarnos con nuestras limitaciones y debilidades. Pero eso no es lo más importante. Josemaría comparaba la vida espiritual con el deporte. No importa cuántas veces caigas; lo importante es levantarse y volver a intentarlo. Con la gracia de Dios, incluso podemos levantarnos más alto que antes; todo depende de cuánto amemos.