Nuevas ideas sobre las diversiones y el tiempo libre de los hijos

Artículo publicado en el Daily Nation (Nairobi) sobre una de las sesiones de un simposio sobre la familia organizado por Kianda School, una escuela promovida por fieles del Opus Dei en Kenia, con ocasión de su 25 aniversario.

Alumnas de Kianda School.

El uso del tiempo libre es una tarea difícil para muchas familias, sobre todo porque diferentes edades exigen diferentes formas de diversión.

Para los adultos, los momentos de descanso se pueden emplear en deporte, música, teatro, películas, baile... Algunos padres también buscan entretenimientos similares para sus hijos y les llevan a funciones para niños o a las fiestas de sus amigos, o van con ellos hasta los "nyama choma", donde los chavales juegan mientras los mayores descansan.

Para otros, en cambio, la diversión de sus hijos es una preocupación a la que es imposible prestar atención. Cuando no hay tiempo ni siquiera para hacer lo indispensable en casa y en el lugar de trabajo, ¿cómo se puede pensar en prever algo para el tiempo libre?

Sin embargo, la diversión y las relaciones sociales de los hijos constituyen una importante responsabilidad de los padres. Quizá una de las causas de la distancia que existe entre los padres y los hijos adolescentes es que los primeros no se dan cuenta de que sus hijos necesitan relacionarse con otras personas.

Ahora bien, podría uno preguntarse, ¿hasta qué punto es realmente necesaria la diversión?, ¿qué papel juega en el desarrollo del niño? Y también: ¿por qué es importante relacionarse y formar parte de un grupo?, ¿cómo pueden los padres ser parte de las relaciones sociales y de la diversión de sus hijos...?

El entretenimiento rompe la monotonía del estudio y la rutina con la que suelen hacerse muchas cosas, tanto en el caso de los padres como de los hijos. Ha de ser, por tanto, una actividad que resulte divertida y permita descansar a la mente.

Todo esto supone un verdadero reto. Y a ese reto ha dedicado sus sesiones un simposio en Kianda School (Nairobi), en el que Isabella y Nicholas Kamere han aclarado algunos conceptos importantes sobre el papel de los padres en las diversiones de los hijos.

"Cuando planificamos diferentes tipos de actividades", afirmaron en una de las sesiones, "como cumpleaños, fiestas o viajes, normalmente lo hacemos pensando en satisfacer a los adultos y prescindimos de los intereses, gustos o preferencias de los niños. Por eso ellos, con frecuencia, deben buscarse modos de entretenimiento por su cuenta. Como máximo, se rigen por unas pocas orientaciones de los padres, que están demasiado ocupados entreteniéndose ellos mismos y no pueden encargarse de más".

Los ponentes mencionaron también que padres e hijos difieren en su concepto de entretenimiento, en la cantidad de dinero que se debe gastar en diversiones, en sus preferencias de programas de televisión... Los padres tampoco tienen claro a qué edad y de qué modo debe permitirse a los hijos que salgan con sus amigos.

El entretenimiento y las relaciones con los amigos son necesidades reales para todos los miembros de una familia, y ejercen un importante papel para la supervivencia de esta institución. Ayudan a dar forma a los valores, actitudes y comportamientos, y a convertir a los niños en personas sociables, responsables e independientes.

"La presión del grupo es tan fuerte que, si los adolescentes no han aprendido de sus padres a relacionarse o divertirse de manera sana, otros individuos menos deseables se encargarán de enseñarles", señalaron Isabella y Nicholas Kamere en el simposio.

Es importante que los padres presten atención a las diversiones de los hijos y a sus relaciones para asegurar un correcto desarrollo en sociedad, pero además también necesitan dedicarles personalmente tiempo para construir y fortalecer sus relaciones con ellos. Cuando sea posible, por tanto, deberían organizar su propio ocio en torno a actividades como deportes o excursiones en las que se incluyan a los hijos.

Los padres necesitan hablar y pasar tiempo con los hijos adolescentes para poder contarles sus propias experiencias, responder a sus preguntas, comprenderles y poder así ayudarles a forjarse una personalidad.

El simposio concluyó con algunas sugerencias específicas para el aprovechamiento del tiempo libre de los hijos:

—Los padres deben preocuparse de que sólo se vean programas de televisión positivos.

—Los jóvenes deben realizar actividades que les inculquen valores y destrezas útiles para la vida. Por ejemplo, deben aprender a cocinar, lavar su ropa y limpiar sus habitaciones.

—Hay que animar a los niños a leer libros y revistas que les ayuden a pensar y a desarrollar su vocabulario y expresión.

—También conviene animarles a que se ejerciten en los juegos de mesa que más ayudan a desarrollar el vocabulario, así como en el deporte, que les permite mejorar su estado de forma, su salud y su desarrollo físico.

—Además, los deportes y juegos comunican los valores del respeto y el orden, porque enseñen a observar y respetar unas reglas y fomentan un sano espíritu competitivo.

—Es importante procurar que los hijos adquieran alguna afición como la jardinería, que les estimule a preservar el entorno.

—También es oportuno animarles a participar en tareas en beneficio de toda la comunidad, para que aprendan a trabajar en equipo.

Jemimah Mwakisha // Daily Nation (Nairobi)