Buscar
Cerrar

"¡Sean protagonistas!
¡Jueguen para adelante!
¡Construyan un mundo mejor!"
Papa Francisco

París, 2024. Miles de deportistas de todo el mundo compiten con sus mejores marcas en cada categoría para llevarse la medalla. Esto no se improvisa, forma parte de todo un largo proceso y entrenamiento. Quien practique algún deporte lo sabe bien. 

Te proponemos cinco ideas con algunos testimonios de jóvenes, como tú, que juegan para adelante en su vida espiritual:

ENTRENAMIENTO - Tu plan de vida

Busca en tu día momentos para recargar baterías, para descansar en Dios, para contarle lo que te preocupa, para pensar y hablar con Él.

Este entrenamiento fortalece tu alma y te permite seguir luchando por ser mejor cada día.

¿Cuál es el mejor entrenamiento para seguir a Jesús?: oración, sacramentos y ayuda a los demás. 

EQUIPO - Los demás

Es imposible ganar la medalla si no jugamos en equipo: estamos para darnos a los demás. Si miras a tu alrededor, descubrirás en seguida personas que necesitan ayuda, caridad y cariño. No te olvides de ellos.

Pertenecer a una equipo quiere decir rechazar toda forma de egoísmo y de aislamiento, es la ocasión para encontrarse y estar con los demás.

ENTREGA - Generosidad

Siempre puedes darte un poquito más. Cuanto más generoso seas, sabes que serás más feliz. Ya lo has experimentado más de una vez. 

Decía san Josemaría: "¿La cima? Para un alma entregada, todo se convierte en cima que alcanzar: cada día descubre nuevas metas, porque ni sabe ni quiere poner límites al Amor de Dios".


ENTRENADOR - Dirección espiritual

Todo deportista escucha a su entrenador. Confía en él porque tiene la visión completa de la cancha. Escucha al Espíritu Santo en la oración y en la dirección espiritual.

El director espiritual es el amigo que camina a tu lado y que te anima a leer lo que se mueve en tu corazón. Recibe los consejos que te den en la dirección espiritual, como si viniesen del mismo Jesucristo. 

ESPERANZA - Perseverancia

El santo es el que lo vuelve a intentar, como los verdaderos deportistas. No te preocupes, Dios también cuenta con tus defectos. Además, si no tuvieras defectos que luchar, ¿cómo te ganarías el Cielo?

Suceda lo que suceda, persevera siempre alegre y optimista en tu camino. El Señor se empeña en barrer todos los obstáculos.


"Da muy buenos resultados emprender las cosas serias con espíritu deportivo."
San Josemaría