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Para siempre, para siempre, para siempre

"Estamos destinados a gozar de Dios por toda la eternidad: esto es lo que confiere unidad y sentido a toda la existencia humana", escribe Álvaro del Portillo.

Noticias

Todos podemos ser santos

Este sábado, 27 de septiembre, será beatificado en Madrid don Álvaro del Portillo, sucesor de san Josemaría Escrivá al frente del Opus Dei, a quien la Iglesia propone desde ahora como nuevo intercesor y modelo de santidad para todos los fieles, y a quien Juan Pablo II describió, nada más fallecer, como un Siervo bueno y fiel

"Para mí don Álvaro es una gran sonrisa y una gran paz"

Me llamo Francien, soy de Holanda y trabajo como empleada de hogar.

Ayudar a los demás

Mons. Álvaro del Portillo: "Un hijo de Dios tiene que estar preocupado por amar a todos los demás, por comprender a todos, por querer a todos".

Documentación

“Me he sentido muy querido por mi hermano”

Para Carlos, su hermano Álvaro es más que un hombre ejemplar. La virtud de Álvaro del Portillo es una decidida preferencia por el amor a Dios y al prójimo: irradiándolo, enseñándolo, compartiéndolo.

El comunicador Álvaro del Portillo

Artículo con motivo de la beatificación de Álvaro del Portillo.

Recuerdos de Valdebebas

"En 1958 Valdebebas era uno de los barrios más desamparados de Madrid..." Gloria Toranzo relata cómo se puso en marcha un dispensario médico en el mismo lugar en el que será beatificado Álvaro del Portillo.

Iniciativas

“Don Álvaro es un gigante espiritual a la vez que un padre muy cercano y amigo”

Me llamo Alex Havard, soy periodista, francés, y trabajo en Moscú.

"Ir a la beatificación es ya un milagro: ¡nos tocó un viaje de avión en una rifa!"

Me llamo Rhonda Wood, soy franco-canadiense y tengo 61 años. Soy miembro del Opus Dei desde hace 20 años. Trabajo como funcionaria del gobierno y soy presidenta de una asociación caritativa en Toronto.

Dile, a solas, que le quieres

Descansa en la filiación divina. Dios es un Padre —¡tu Padre!— lleno de ternura, de infinito amor. —Llámale Padre muchas veces, y dile —a solas— que le quieres, ¡que le quieres muchísimo!: que sientes el orgullo y la fuerza de ser hijo suyo. Niño amigo, dile: Jesús, sabiendo que te quiero y que me quieres, lo demás nada me importa: todo va bien.