Evangelio del domingo: La puerta angosta
Evangelio del 21º domingo del Tiempo ordinario (Ciclo C) y comentario al evangelio
Evangelio del sábado: acoger al Espíritu Santo
Comentario del sábado de la 28º semana del tiempo ordinario. “El Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir”. El Paráclito nos va guiando por la vida para que luchemos por hacer el mayor bien que podamos. Acoger al Espíritu Santo es acoger la Vida.
Evangelio del 19 de diciembre: se quedó mudo
Comentario del 19 de diciembre de la octava de navidad.
25 de diciembre: Natividad del Señor
Comentario de la Solemnidad de la Natividad del Señor. “Hoy os ha nacido, en la ciudad de David, el Salvador, que es el Cristo, el Señor.” Contemplemos al niño con una mirada de fe, de asombro, de adoración. Miremos el misterio de Dios que ha querido depender de nosotros.
Evangelio del sábado: el Señor no excluye a nadie
Comentario del sábado de la 1.ª semana del tiempo ordinario. “Eran muchos los que le seguían”. Jesús es seguido por muchos porque ama a todos sin distinciones. Él simplemente ama, llama a la puerta y, si le abrimos, entra y nos salva.
25 de enero: conversión de san Pablo
Comentario de la fiesta de la conversión de san Pablo. «Id al mundo entero y predicad el Evangelio a toda criatura». El Señor nos ha llamado a todos los bautizados para que seamos heraldos de la Salvación que Él ha traído al mundo. Pidámosle que avive en nosotros la conciencia de ser apóstoles en medio del mundo.
Evangelio del sábado: aunque rechacen el Evangelio
Comentario del sábado de la 15° semana del tiempo ordinario. “No disputará ni gritará”. Jesús lleva a cabo su misión de una forma desconcertante para los hombres. Y al hacerlo, nos revela la profunda identidad del amor: la entrega de la propia vida por aquellos a los que se ama.
Evangelio del lunes: Jesús es el único camino de la salvación
Comentario del lunes de la 16° semana del tiempo ordinario. “Esta generación perversa y adúltera pide una señal, pero no se le dará otra señal que la del profeta Jonás.” No son necesarios signos y prodigios especiales para que la persona sincera responda generosamente a la invitación de Nuestro Señor a seguirle.