Opus Dei

Comentario del 30.° domingo del Tiempo ordinario (Ciclo A). “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma”. La historia de amor entre Dios y nosotros será cada vez más feliz, más plena, en cuanto coincidan cada vez mejor nuestro querer y su voluntad.

Comentario del lunes de la 30.ª semana del tiempo ordinario. “Y le impuso las manos, y al instante se enderezó y glorificaba a Dios”. El Señor nos impone sus manos en la Comunión y en la Confesión, y al instante nos llena de su amor y nos renueva en los propósitos de servicio y santidad.

Comentario al Evangelio del martes de la 30.ª semana del tiempo ordinario. “Es como la levadura que tomó una mujer y la mezcló con tres medidas de harina hasta que fermentó todo”. Nuestro trabajo ofrecido a Dios, hecho con empeño, con sus defectos y sus brillos, es una semilla que nos santifica, trasforma nuestra familia y mejora la sociedad.

Comentario al Evangelio de la fiesta de San Simón y San Judas, Apóstoles. “[Jesús] salió al monte a orar y pasó toda la noche en oración a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y de entre ellos eligió a doce”. Como a Simón y Judas, el Señor nos llama a cada uno a compartir la alegría del evangelio con la propia vida.

Comentario al Evangelio de la dedicación de la Basílica de Letrán.“Quitad esto de aquí: no hagáis de la casa de mi Padre un mercado”. Con la expulsión de los mercaderes y los cambistas, Jesús nos invita a purificar nuestras intenciones, de modo que nuestra búsqueda de Dios sea sincera y desinteresada.

Comentario al Evangelio del jueves de la 30.ª semana del tiempo ordinario. “Es necesario que yo siga mi camino hoy y mañana y al día siguiente”. El Señor nos enseña a movernos con libertad y coherencia, también cuando nos enfrentamos con incomprensiones en nuestro camino.

Comentario del viernes de la 30º semana del tiempo ordinario. “Un sábado, entró él a comer en casa de uno de los principales fariseos y ellos le estaban observando. Y resultó que delante de él había un hombre hidrópico. (…) Y tomándolo, lo curó y lo despidió”. Aprendamos a mirar a los demás como lo hacía Cristo, con una caridad que se haga cargo de sus problemas verdaderos.

Comentario del sábado de la 30.ª semana del tiempo ordinario. “Cuando te inviten, ve a ocupar el último lugar, para que cuando llegue el que te invitó te diga: «Amigo, sube más arriba»”. La auténtica humildad está en sabernos amados por Dios, elevados por la gracia para ser hijos suyos.

Comentario al Evangelio de la Solemnidad de todos los Santos. "Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos". Nacimos para no morir nunca más, ¡nacimos para disfrutar de la felicidad de Dios! El Señor nos anima y quiere que tomemos el camino de las Bienaventuranzas para ser felices.

Comentario al Evangelio del martes de la 31.ª semana del tiempo ordinario. «Venid, que ya está todo preparado». Aceptar la invitación de Jesús, nos debe llevar a compartir el amor con que Él nos ha llenado el corazón, sin deternernos ante las dificultades.