"Allí donde están vuestros hermanos los hombres, allí donde están vuestras aspiraciones, vuestro trabajo, vuestros amores, allí está el sitio de vuestro encuentro cotidiano con Cristo". San Josemaría
"Allí donde están vuestros hermanos los hombres, allí donde están vuestras aspiraciones, vuestro trabajo, vuestros amores, allí está el sitio de vuestro encuentro cotidiano con Cristo".
El 15 de agosto de 1951 tuvo lugar la consagración del Opus Dei al Corazón Dulcísimo de María. San Josemaría la realizó en el santuario de Loreto, donde se venera la Santa Casa, con palabras espontáneas durante la Misa. Más tarde, compuso una fórmula escrita e indicó que se renovara cada 15 de agosto. Meses antes, había pedido a los miembros del Opus Dei que rezaran la jaculatoria: Cor Mariæ dulcissimum, iter para tutum! (“¡Corazón dulcísimo de María, prepáranos un camino seguro!”).
San Josemaría habla de sus visitas a Fátima, de su encuentro con sor Lucia y de su devoción al santo Rosario.
San Josemaría tuvo la capacidad de entender el sufrimiento y dolor ajenos debido a su propia experiencia personal. Y comprendía que la enfermedad es un tesoro para la Iglesia porque cada persona enferma participa en la Pasión de nuestro Señor en la Cruz.
En este breve vídeo, san Josemaría habla de san José, padre del Señor y esposo de la Virgen. "Enseñó tantas cosas a Jesús y le protegió cuando fue Niño (...). ¡Cuántas pruebas le envió el Señor y con qué delicadeza las llevó adelante!".
En este breve vídeo recogemos algunos rasgos del carisma del Opus Dei explicados por san Josemaría: hacer todo por amor, tener comprensión para todos, rezar por la Iglesia y por el Papa, compartir una misma vocación, ser familia, imitar a Jesucristo, ser en la calle el templo de la Trinidad Beatísima, santificar el trabajo.
San Josemaría procuraba hacer oración metiéndose en las escenas del Evangelio "como un personaje más". Así lo muestran algunos textos del Fundador del Opus Dei que hemos seleccionado.
En este vídeo, san Josemaría ilustra cómo vivir el pluralismo y convivencia social en nuestras relaciones, "porque no basta tratar las cosas con equidad y con justicia humana, se necesita además tener metido el corazón".
Junto al lago de Genesaret, desde los primeros siglos de la era cristiana, un grupo de rocas han servido para localizar el lugar en el que Cristo otorgó a Pedro el Primado en la Iglesia. Este artículo ayuda a regresar con la imaginación a los orígenes.