Agradar a Dios (VI): hermanos que miran al Padre. Unidad entre generaciones distintas
El Papa Francisco habla con frecuencia de la necesidad de generar una mayor unidad entre las distintas generaciones. La parábola del hijo pródigo, su hermano mayor y su padre, relatada por Jesús, nos puede ayudar a profundizar en este tema.
Conocerle y conocerte (XII): Almas de oración litúrgica
Algunas consideraciones de san Josemaría que nos puede ayudar a unirnos más a Dios y a la Iglesia en las distintas acciones litúrgicas.
Agradar a Dios (I): en donde se oculta Dios. Santidad y monotonía
En la discreción y en el silencio de los sacramentos nos espera Jesús para que le abramos libremente nuestra alma.
Conocerle y conocerte (XI): Sois una carta de Cristo
La relación con Dios en nuestra oración está íntimamente unida a todas nuestras acciones en la vida cotidiana. Lo señaló Jesús en su predicación y lo recordaba siempre san Josemaría.
Las “Meditaciones” en audio
“Meditaciones”: son unos textos para la oración, reflexiones para orar a partir de la Escritura y de las enseñanzas de san Josemaría. Ahora puedes escucharlas en Spotify, Spreaker, Ivoox y Soundcloud.
Agradar a Dios (VII): la autenticidad del amor. Pureza de corazón
Jesús perdona a una mujer pecadora que unge sus pies y la lanza hacia la libertad que surge de un corazón limpio.
En torno al buen samaritano: La fraternidad universal en Fratelli Tutti
El Papa Francisco ha publicado recientemente la encíclica "Fratelli tutti" sobre la fraternidad universal y la amistad social. En este texto se profundiza en el segundo capítulo: un comentario a la parábola del buen samaritano.
Como en una película: El carpintero de Nazaret
En su taller de Nazaret, Jesús aprendió y ejerció el oficio de carpintero. Desde allí nos enseña a cultivar el mundo convirtiendo toda nuestra vida en un diálogo personal con Dios.
Conocerle y conocerte (X): Jesús está muy cerca
San Josemaría hablaba de un "quid divinum" -algo divino- que podemos descubrir a nuestro alrededor y en las cosas que hacemos. Entonces, se nos abre una nueva dimensión en la que compartimos todo con Dios.
Como en una película: Al borde del camino
Nos metemos en la piel del ciego Bartimeo en el día que supuso un antes y un después en su vida.