Meditaciones: domingo 31.º del tiempo ordinario (Ciclo C)
Reflexión para meditar el domingo de la semana treinta y uno del tiempo ordinario. Los temas propuestos son: El deseo de buscar a Jesús; Ver más allá de lo superficial; Una conversión sincera.
San Pablo: La unión de fe y razón
El Apóstol descubrió una fe que en nada se oponía a la lógica humana. Por eso, fue siempre amigo del diálogo sincero con quienes rectamente buscan la verdad. Nuevo vídeo en el Año Paulino (04’40’’).
«Agradar a Dios». La gratuidad y la libertad del amor, entre los bastidores de lo cotidiano
«Que yo vea con tus ojos, Cristo mío». Así rezaba san Josemaría y así querríamos rezar también nosotros, a la vuelta de casi cincuenta años. Sí, nos ilusiona mirar el mundo, nuestra vida, nuestras cosas, con los ojos de Jesús. Con esa mirada todo cobra su verdadero sentido. Este libro recoge algunas de las perspectivas que se abren con esa mirada.
Muy humanos, muy divinos (VIII): La batalla de nuestra formación
En este octavo artículo nos detenemos en algunas actitudes y consejos que nos disponen mejor para ser semilla fértil en nuestro lugar en el mundo.
Pedro al timón, Dios en la barca: unión con el Papa
El testimonio de san Josemaría y de los santos sobre el amor al Papa y la confianza en Dios
San Pablo y los hijos de Dios
“Abba, Padre, Papá”. Así se dirigía Jesucristo a Dios cuando dialogaba con su Padre. Es algo que también podemos hacer nosotros: llamar a Dios “Padre”. Él nos cuida como tal. En el año paulino, Robert Gahl comenta esta realidad en un nuevo vídeo sobre el Apóstol (01’45").
Educar para la vida
En este texto se anima a los padres a no rendirse y renovar la ilusión en la educación familiar. Una nueva editorial de la colección de "Textos sobre la familia" que publicamos en el web.
Muy humanos, muy divinos (VII): Nuestro trabajo, levadura de Dios
En este séptimo artículo descubriremos algunas virtudes del trabajo que se esconden en una imagen que usó Jesús: la de aquella mujer que hace pan para muchas personas. El desafío es transformar nuestras tareas diarias en amor para quienes nos rodean.
¿Qué significa santificar el trabajo? ¿Cómo se santifica el trabajo?
Santificar el trabajo es esforzarse por realizarlo bien, con competencia profesional, poniendo todos los talentos, inteligencia, voluntad y afectos en esa labor que se tiene entre manos. Sin embargo, no se trata sólo de trabajar bien, sino de la intención que se ponga al momento de realizarlo. Vale la pena cuestionarse: ¿Para qué hago esto? ¿Qué sentido tiene hacerlo bien cuando nadie me ve?
La vocación de San Pablo
En este nuevo vídeo de la serie sobre San Pablo, el profesor Bernardo Estrada habla sobre la vocación a la que fue llamado el Apóstol.