Llevar la reunión a buen término
Pedí a Dora que me ayudase a llevar a buen término la reunión, no sólo desde el punto de vista profesional sino también humano, salvando la delicadeza y la caridad de la que en muchas ocasiones se prescinde en las reuniones de trabajo.
Dora y los nuevos electrodomésticos
Las personas que trabajaron junto a Dora recuerdan la seriedad y la ilusión que ponía en lo que hacía; su responsabilidad para aprovechar el tiempo y ser más eficaz. También cómo se interesaba por estar al día en los adelantos técnicos que podían facilitar el trabajo.
Dora y mi familia
Minette es de Canadá. Un día en un centro del Opus Dei descubrió una estampa similar a la de San Josemaría, pero con la foto de una señora llamada "Dora". Sorprendida por el texto, se decidió a rezarle.
El beato Álvaro y Dora del Hoyo
Tras el fallecimiento de San Josemaría en 1975, el beato Álvaro del Portillo le sucedió al frente del Opus Dei. A partir de ese momento, "don Álvaro" además de hermano mayor, fue un padre para Dora y todos los miembros del Opus Dei. Relatamos a continuación algunos detalles de los cuidados que tuvo cuando Dora estuvo enferma.
Mis padres me enseñaron a vivir con alegría
Infancia y juventud de Dora del Hoyo. Dora nació el 11 de enero de 1914 en el seno de una familia cristiana, campesina y de condición humilde, en Boca de Huérgano (León).
Después de rezar la novena estampa
Un día, después de varios intentos, no conseguía comunicarme con un centro de atención al cliente. Después de rezar la novena estampa, volví a llamar y me atendieron inmediatamente.
Pasaporte perdido
En el aeropuerto de Toronto perdí mi pasaporte con las Visas para Canadá y Estados Unidos. Esa misma noche, después de rezar a Dora, llamé a la Oficina de Objetos perdidos del aeropuerto...
Pidiendo su reconciliación
Mis hijos, que están en Australia, llevaban mucho tiempo sin hablar entre ellos. Algunos meses atrás, comencé a rezar la estampa de Dora todos los días, pidiendo su reconciliación.
Del mismo pueblo de mi madre
Hemos visto en este favor la mano de Dora clarísimamente y le agradezco su intercesión. A diario le pido que la cuide y que vele por esta delicada situación. Tengo el convencimiento de que con su vocación de servicio y acogida de las personas desde el Cielo vela por mi madre y cuida de ella.