«En casa y de camino, acostado y levantado»: el plan de vida (I)
El plan de vida espiritual, más que un «sistema», es el compromiso con una relación: la de un hijo con su Padre. Y esa relación es el núcleo de la santidad. Editorial de la serie “Combate, cercanía, misión”.
Combate, cercanía, misión (10). Una vida que se transmite: «Vuestros ancianos tendrán sueños y vuestros jóvenes verán visiones»
Cuando la relación entre Padre e hijos, y entre generaciones, toma la forma de la bendición, es posible mirar al futuro sin miedo a nada.
Combate, cercanía, misión (9). El manto y la sombra de Jesús: La Iglesia, hogar de nuestra santidad
Cuando Cristo nos alcanza en su Iglesia y nos deja tocar su manto, la fuerza que sale de él es su misma santidad. Así nos va transformando para que gocemos de «la anchura, la longitud, la altura y la profundidad» de su corazón. Novena entrega de la serie “Combate, cercanía, misión”.
Combate, cercanía, misión (8). «Se os alegrará el corazón»: El sentido cristiano del sacrificio (II)
Para los cristianos el valor del sacrificio se esconde en el deseo, manso y humilde, de asociarse al sufrimiento de Jesús en su pasión, y de liberar el corazón de todo lo que lo encadena: en la aspiración a una vida más ligera, más luminosa, más libre.
Combate, cercanía, misión (7). «Doy mi vida para tomarla de nuevo»: el sentido cristiano del sacrificio (I)
Si un cristiano está dispuesto a ayunar, a sacrificarse por los demás, si puede llevar el sufrimiento con alegría, es porque no quiere dejar solo al Señor con el peso del mal y del sufrimiento del mundo.
Combate, cercanía, misión (6). «Más grande que tu corazón»: Contrición y reconciliación
Solo Dios es más grande que nuestro corazón, y por eso solo él puede curarlo, reconciliarlo hasta el fondo. Sexta entrega de la serie “Combate, cercanía, misión”.
Combate, cercanía, misión (5). «No te soltaré hasta que me bendigas»: la oración contemplativa
Entrar en caminos de contemplación significa darnos cuenta de que necesitamos a Dios, de que necesitamos «luchar» con él. Y pedirle, una y otra vez, su bendición: no te suelto hasta que me bendigas.
Combate, cercanía, misión (4). «No entristezcáis al Espíritu Santo»: La tibieza
La tibieza es una enfermedad del corazón, por la que las cosas de Dios nos disgustan, y por la que llegamos incluso a convencernos de que la vida, la verdadera vida, está en otra parte.
Combate, cercanía, misión (3): Todo es nuestro y todo es de Dios
Cualquier deporte requiere esfuerzo, pero genera un espacio de disfrute y abre posibilidades nuevas. Así sucede con la vida cristiana: en medio del combate y de la lucha, es posible pasarlo bien con el Señor, creciendo y afrontando nuevos retos con él.
Combate, cercanía, misión (2): «Se hace camino al andar»
Para un cristiano, el cielo está siempre a la vuelta de la esquina: la vida es, a la vez, viaje y destino.