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¿Su virtud preferida? La sinceridad

Pippo Corigliano ha dirigido por muchos años la oficina de prensa del Opus Dei en Italia. En estas líneas, cuenta algunos recuerdos de san Josemaría, al que tuvo oportunidad de conocer.

Testimonios

Saber callar, saber hablar

De callar no te arrepentirás nunca: de hablar, muchas veces, sugería san Josemaría. Y en otras ocasiones afirmaba: “el infierno está lleno de bocas calladas”. Textos para reflexionar sobre la sabiduría del silencio y de la palabra bien dicha.

Hacer felices a los demás

Me preguntas qué podrías hacer por ese amigo tuyo, para que no se encuentre solo. —Te diré lo de siempre, porque tenemos a nuestra disposición un arma maravillosa, que lo resuelve todo: rezar. Primero, rezar. Y, luego, hacer por él lo que querrías que hicieran por ti, en circunstancias semejantes...

Trabajar bien, trabajar por amor (XI): Unidad de vida en la profesión

Para poder ofrecer el propio trabajo a Dios, hay que realizarlo bien: con buena intención, con criterio recto y una conducta exterior que manifieste esos deseos interiores. Nuevo editorial sobre el trabajo.

Cómo aprovechar las vacaciones

Álvaro del Portillo aconseja aprovechar el verano para intensificar los lazos de amistad y para recristianizar la diversión.

Noticias

Apostolado de la confesión

En este vídeo, Mons. Álvaro del Portillo asegura que la confesión es el mayor bien, el mayor regalo, que uno puede hacer a sus amigos.

Documentación

Apostolado es amar a los demás

"Hacer apostolado es una cuestión de amor", asegura Mons. del Portillo a familias de Kenia.

Documentación

Un apostolado optimista

Don Álvaro escribe que, en la labor de apostolado, hemos de confiar en la fuerza transformadora de la gracia de Dios, con optimismo: "La oración es la palanca que mueve el Corazón Misericordioso del Salvador".

Noticias

La elección de los Doce

Son hombres corrientes, con defectos, con debilidades, con la palabra más larga que las obras. Y, sin embargo, Jesús los llama para hacer de ellos pescadores de hombres, corredentores, administradores de la gracia de Dios. Algo semejante ha sucedido con nosotros.

En diálogo con todos

No existen fechas malas o inoportunas: todos los días son buenos para servir a Dios. Sólo surgen las malas jornadas cuando el hombre las malogra con su ausencia de fe, con su pereza, con su desidia que le inclina a no trabajar con Dios, por Dios. ¡Alabaré al Señor, en cualquier ocasión!